Un Gran Dinosaurio (The Good Dinosaur, EU, 2015), de Peter Sohn. Esta cinta sobre un adolescente diplodoco y su relación con un pequeño ser humano es, acaso, la historia menos ambiciosa de la casa Pixar pero la animación es prodigiosa y hay por ahí, regadas, varias referencias a clásicos de toda naturaleza, desde Shakespeare hasta la casa Disney, pasando por el cine del oeste. Un divertimento menor de Pixar que, de todas formas, es mejor que buena parte de la cartelera comercial mexicana de esta semana... o de cualquier semana. En la semana, un texto más largo al respecto.
No Todo es Vigilia (España-Colombia, 2014), de Hermes Paralluelo. El segundo largometraje de Paralluelo (notable opera prima Yatasto/2011) es una entrañable docuficción en en la que el joven cineasta español nos muestra la vida, venturas y desventuras, de sus octogenarios abuelos, Felisa Lou y Antonio Paralluelo, quienes deambulan entre su casa y el hospital en algún pueblito de España. La cinta de Paralluelo pertenece a una doble tendencia cinematográfica contemporánea: el cine sobre la tercera edad -que ha tenido ejemplos espléndidos en el documental, la ficción y la animación- y el cine en el que el documentalista voltea hacia su propia familia para (re)construir sus propios orígenes y, en este caso, su propio futuro. Porque para allá, para el sitio donde viven Don Antonio y Doña Felisa, vamos todos. Ojalá nomás todos tengamos a un Doña Felisa, a un Don Antonio, a nuestro lado.
Grandes Amigos (A Walk in the Woods, EU, 2015), de Ken Kwapis. Inocuo palomazo de fin de semana -una road movie a pata y gerontofílica- que termina siendo más entretenido de lo que debería gracias al perfecto rapport de pareja/dispareja entre Robert Redford y Nick Nolte. Mi crítica en el Primera Fila de Reforma del viernes pasado.