El Año Más Violento (A Most Violent Year, EU-EAU, 2014), de J. C. Chandor. El tercer largometraje de Chandor (El Precio de la Codicia/2011, Todo Está Perdido/2013), un thriller urbano con estética, temática y estilo setentero, lo confirma como el cineasta americano más interesante de la generación que debutó en esta década. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.
Tan Negro como el Carbón (Bari ri yan huo, China, 2014), de Yi'nan Diao. El tercer largometraje de Yi'nan Diao (Zhifu/2003, Ye Che/2007, no vistas por mí), ganador del Oso de Oro en Berlín 2014, es un sólido film noir ubicado en alguna ciudad minera china.Zhang (Fan Liao, Mejor Actor en Berlín 2014) es un rudo policía recién divorciado a quien le asignan el caso de un hombre que ha sido asesinado, desmembrado y sus restos esparcidos en varias plantas mineras de la región. Al seguir una pista, Zhang detiene a dos sospechosos, pero en un descuido de uno de sus colegas, todo termina en un tiroteo en el que pierden la vida los dos delincuentes, dos de los policías y el propio Zhang es herido gravemente. Tiempo después, al salir Zhang del hospital, el caso sigue sin resolverse.Cinco años más tarde, Zhang ha dejado la policía, trabaja como agente de seguridad de una compañía minera y un día sí y el otro también se emborracha. Su antiguo compañero Wang (Ailei Yu) está investigando un par de casos en el que la dos víctimas fueron desmembradas y sus restos esparcidos en distintos centros mineros. La sospechosa resulta ser la viuda de la víctima de hace cinco años, Zhizhen Wu (Len Mei Gwen), que trabaja como empleada en una lavandería. Zhang, que no ha olvidado aquel caso no resuelto, empieza a cortejar a Zhizhen para saber si oculta algo. Obviamente, la silenciosa pero atractiva mujer oculta más de un secreto, para desgracia -¿o fortuna?- de Zhang. Diao ha dirigido un film-noir que combina los elementos clásicos de las novelas hard-boiled de Chandler-Cain-McCoy -confusa trama emblemática con un expolicía alcohólico, una esquiva femme fatale y una serie de asesinatos sin resolver- con una ejecución precisa -la violenta escena de la balacera, el silencioso cortejo de Zhang a Zhizhen, la escena del asesinato de un personaje clave- y un chocarrero sentido del humor que sirve de eficaz contrapunto al tono oscuro y lúgubre que se sostiene durante toda la película. Una pieza de género que nos presenta una China contemporánea no muy alejada de las más celebrada Un Toque de Pecado (Jia, 2013).