Agnus Dei: Cordero de Dios (México, 2011), de Alejandra Sánchez. Ya escribí de esta cinta cuando la vi en Guadalajara 2011 y mi crítica está publicada en el Primera Fila del viernes pasado de Reforma. Sólo agregaré que se trata de una muestra más de que lo mejor del cine mexicano está, desde hace rato, en el cine documental. Se trata de un documental valioso y pertinente que, sin embargo, me deja con muchas dudas sobre la pertinencia ética de su última parte.
Pastorela (México, 2011), de Emilio Portes. Esta comedia relajienta inicia bien, empieza a estancarse hacia la mitad y se desbarranca en los excesos en su desenlace. He leído por ahí -en los tuits del implacabe @mauroforever (áun más rudo que el exigente @duendecallejero)- que la película es un horror pero creo que no es para tanto. Sí, es cierto, la cinta termina autosaboteándose por falta de disciplina pero aún aceptando lo anterior, debo confesar que disfruté a los actores, especialmente al magnífico Carlos Cobos que, por fin, recibe la atención que merece. Cobos es lo más cercano a los comediantes de apoyo de la Época de Oro que tenemos en la actualidad y podría ser comparado, con fortuna, con el gran Óscar Pulido.
Al Filo de la Mentira (The Debt, EU, 2010), de John Madden. El blando y discreto Madden ha hecho su cinta más vigorosa con este convencional pero efectivo thriller de espionaje ubicado en el Berlín de la Guerra Fría de los años 60 y en el Israel de fines del siglo pasado. El reparto es más que notable pero el arma secreta se llama Jessica Chastain, con una interpretación dura, atlética, que contrasta con la etérea mamá de El Árbol de la Vida (Malick, 2011). Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.