Recupero la sección abandonada para dar cuenta de los estrenos de tres fines de semana, como sigue:
El Dictador (The Dictator, EU, 2012), de Larry Charles. Otra comedia vulgar y políticamente incorrecta dirigida por Larry Charles y protagonizada/escrita por Sacha Baron Cohen. Como es de esperar, algunos gags funcionan; otros, no tanto. En la cuenta personal, los primeros son más que los segundos. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes 24 de agosto.
Juan de los Muertos (Cuba-España, 2011), de Alejandro Brugués. Otroa comedia dispareja y, por lo menos desde mi perspectiva, satisfactoria. Escribí de ella largo y tendido por acá. En los comentarios, uno de los lectores afirma que es infumable . La película, no mi crítica. Supongo.
El Legado Bourne (The Bourne Legacy, EU, 2012), de Tony Gilroy. Claramente inferior a las tres cintas anteriores de la saga Bourne protagonizadas por Matt Damon, esta continuación-reboot con nuevo actor (Jeremy Renner) y nuevo director -Tony Gilroy, el guionista de las tres cintas anteriores- tiene, de todas formas, algunos elementos interesantes que es necesario apuntar. Lo hare en estos días.
Tótem (Totem, Alemania, 2011), de Jessica Krumacher. La opera prima de Krumacher, presentada en la 11a. Semana de Cine Alemán, tuvo un estreno cultural-comercial expedito. Una jovencita llamada Fiona (Marina Frenk) es la criada de una familia clasemediera a la que sirve como receptáculo de todas sus broncas, abusos y frustraciones. Fassbinder habría hecho algo formidable con esto. La debutante Krumacher no es, por degracia, Fassbinder. Ni siquiera una buena imitadora.
Histeria, la Historia del Deseo (Hysteria, GB-Francia-Luxemburgo-Alemania, 2011), de Tanya Wexler. En la reprimida, mojigata e hipócrita Inglaterra victoriana, un médico (Jonathan Pryce) encuentra el método milagroso para curar la "histeria" de las damas londinenses de su época: un sostenido masaje manual de vulva hasta que la señora histérica en cuestión alivie su "útero hiperactivo". Su adelantado asistente (Hugh Dancy) inventará un aparatito que se convertirá en el instrumento de pilas más famoso del siglo XX (¿o de la historia?). Una comedia de época impecablemente producida y dirigida con demasiada discreción por Tanya Wexler. Mi crítica en el Primera FIla del Reforma del viernes 31 de agosto.
Triste Canción de Amor (Take this Waltz, Canadá-España-Japón, 2011), de Sarah Polley. El segundo largometraje de Polley es otro interesante woman's film, no tan redonda como su opera prima Lejos de Ella (2006), pero de todas formas igualmente meritoria en la forma y en el fondo. Michelle Williams ofrece, para variar, otra actuación notable. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma de ayer viernes.