Un Profeta (Un Prophète, Francia-Italia, 2009), de Jacques Audiard. Finalmente ha llegado a la cartelera comercial la ganadora del Gran Premio del Jurado en Cannes 2009, un sólido thriller carcelario que va de menos a mucho más. Como pienso escribir de esta cinta largo y tendido en algún momento de esta semana, aquí lo dejamos. Por lo pronto, otra película que estará en mi top-ten del 2010.
Agente Salt (Salt, EU, 2010), de Phillip Noyce. Un thriller de espionaje ochentero ubicado en el siglo XXI con una dura, sexy e imperturbable doble espía encarnada inmejorablemente por la señora Jolie. La premisa es absurdamentre anacrónica y la trama se olvida mientras pasan los créditos finales, pero no hay mejor presencia fílmica que la Jolie para este tipo de cintas. Además, Noyce es todo un profesional del cine de acción: monta varias persecuciones, escapes y peleas de manera coherente y emocionante. No es nada del otro mundo, claro, pero frente a bazofias confusas y sin humor como Encuentro Explosivo (Mangold, 2010) o la peor aún Ámame o Muérete (Luketic, 2010), el profesionalismo de todos los involucrados en este buen palomazo veraniego se agradece de verdad. Mi reseña, en el Primera Fila del REFORMA del viernes pasado.
El Retrato de Dorian Gray(Dorian Gray, GB, 2009), de Oliver Parker. Aunque respeta la premisa general de la única novela escrita por Oscar Wilde, esta chorrogésima adaptación fílmica de la historia del joven bon-vivant victoriano que vende su alma para permanecer joven, sufre por los torpes efectos especiales (el cuadro en el que se muestra la edad y los vicios de Gray parece descolgado de Hogwarts) y por su protagonista, el blandísimo Ben Barnes. Del lado positivo, brilla Colin Firth (pero, ¿cuándo no?) como Lord Henry Wotton, el inolvidable alter-ego wilderiano. Mi reseña, en el Primera Fila delREFORMA del viernes pasado.