Se necesita secretaria bilingüe

Por Rosarobson

“Se necesita secretaria bilingüe para jefe con dos pollas”

Hoy he estado de charleta con una de mis amigas del alma.  Esas amigas que siempre están ahí, que da igual el tiempo que no hablamos que parece que nos acabamos de contar nuestras vidas el día anterior.  Amig@s de bajo mantenimiento, pero muy alto rendimiento. Me ha recordado uno de mis chistes clásicos de toda la vida con el que empiezo mi post. Y a raíz de eso,  hoy voy a hacer un revival de juergas, risas y anécdotas memorables que atesoro con ella. Va por ti, hermosa!!

No hay amistad más fuerte que la que se labra a base de pedradas. Nosotras damos fe de ello después de 35 años de amistad, madre mía!! o hace mucho que nos conocemos o somos reviejas, jajaja. Nuestras primeras borracheras, mejor no decir a qué edad…  en aquél campo de a tomar por culo para que nadie nos viera, ¿de dónde sacábamos ese barreño tamaño XL para mezclar la sangría que nos bebíamos sin hielo y llena de hierbajos??  Si en esa época yo no me había dado todavía ni un beso en condiciones, cuando jugábamos a la botella, en la ronda de “con lengua” la mayoría nos rajábamos. Los colocones que cogíamos con los primeros cigarros.

Las cacas de cabra que vendíamos haciéndolas pasar por costo. La disco de Alpedrete, Estudio 80 o La Tortuga, glamour total, a las 6 de la tarde con dos copas incluidas en el precio, el DNI ni existía. Los primeros magreos en los asientos del fondo. Hombres G sonando a todo volumen y nosotras bailando como descosidas, mientras el moderno de turno con su camiseta sin mangas y todo sudoroso, intentaba sus pasos de breakdance, joder, si hasta me acuerdo de su nombre! se llamaba David y le metía mano a Nieves, la prima de Esther y Araceli, la novia de Paco que le ponía los cuernos con la salida de Alicia, mientras nosotras nos descojonábamos viendo la cara de asco de Nieves tocando el sudor del chorvo-choni.

Y las excursiones a Cercedilla a pasar el día y a comer las tortillas de patata de mi abuela, las mejores del mundo mundial, donde acabábamos viendo revistas porno.  Las carreras con las vespinos por la carretera, de noche, sin casco, borrachos, sin luces y tres o cuatro en cada moto…. Las fiestas de los pueblos en el coche desde Madrid, con la cantimplora llenita de vodka con naranja y el radiocasete a pilas, cantando como descosidas.  Los bocatas de lentejas, los minis de cerveza y las bravas para mojarlos.

El noviete de turno que te hacía limpiarte los zapatos al meterte en el coche y las técnicas de ligar en El Chicle:  había que tocar algo para poder acercarse sin parecer demasiado ansiosa, un botón, la cadena con el crucifijo y empezar a tontear hasta que la cosa o se calentaba o te quitaba la mano directamente.

Mira que nos hemos reído, llorado, ligado, desparramado y vuelta a reír.  Porque, amiga, tú y yo éramos la caña de España!! Brindo porque nuestra amistad siga inmutable en el tiempo y de postre, una de tus pelis favoritas:

“You can always count on your friends, don’t ever let the fire go out”