Se niegue la presencia de negros españoles en España, para que un español sea español debe ser blanco?

Publicado el 08 abril 2016 por Awanda

Muy común es escuchar expresiones como: ” Es que tú no eres tan negra. Quiero decir, que no eres como los negros de África. Ni siquiera vistes como ellos”.

Llegué a España en julio del 2015 sabiendo que en cualquier momento me preguntarían por 4 cosas: mi nacionalidad, la cocaína, Pablo Escobar y la posibilidad de tocar mi cabello afro. Lo que nunca pensé que me fueran a preguntar era el lugar en dónde había aprendido a hablar el castellano y si en Colombia se habla el español.

Siempre he sido amable cuándo me hacen este tipo de preguntas. He asimilado muy bien que Colombia tiene dos historias. Una historia muy conocida afuera, la de la droga y sus exportadores, la que la televisión colombiana se ha encargado de contar con pelos y señales; y la otra no tan conocida, que somos el país con el lugar más húmedo de la Tierra o que tenemos el número más grande de especies animales por unidad de área en el planeta. Lo que todavía no concibo es que en estos tiempos, muchos españoles todavía ignoren su historia y sus grandes “hazañas” durante la época de la colonia, porque quién no conoce su historia corre el riesgo de repetirla.

Personalmente no lo concibo, sin embargo no me enoja ese desconocimiento español, al final cada quién forja su camino como mejor cree debe hacerlo. Lo que sí no consigo comprender (y tampoco quiero hacerlo) es que se niegue la presencia de negros españoles en España, y se crea que para que un español sea español debe ser blanco.

No consigo comprender que en España, la ropa, los estudios y el dinero determinan el nivel de melanina y que todavía un negro sea sinónimo de trabajo doméstico.

En su totalidad, unos 683.000 afrodescendientes viven en el país de Don Quijote. Un 1,5% de la población según las estadísticas del Alto Consejo de las Comunidades Negras, las cuales tiene un gran margen de error. Seguramente somos más. A diario se escuchan de voz a voz los miles de casos de negros discriminados como la Negra Flor.

La prensa todavía es apática a contar ese tipo de historias, no las creen importantes. Y es la discriminación sistemática la que no nos cree importantes, asumiendo que somos “almas que rescatar para la iglesia de Cristo” como lo creían en el siglo XV, cuándo el europeo entró en contacto con África.

Casos como los de Marcia, una afrocolombiana que cursa un master en Administración Pública en Madrid, a quién las amigas españolas le dicen no parecer negra.

Ella dice: “En el imaginario de los españoles un negro es sinónimo de trabajo doméstico. De pobreza e ilegalidad. En su inconsciente piensan que no puede existir una negra latina que les hable de Sartre”. Aunque exista.

Pero cuál es la actitud que predomina en el negro cuándo es víctima de discriminación? Bajar la cabeza, en otros casos tomar una actitud tosca. Nuestra tarea es enseñar al otro lo que los libros no dicen, contar la historia que los medios no han querido contar, dar merito a los negros referentes en el mundo, acabar con el veto de información con transcendencia positiva sobre nuestra historia que durante siglos hemos vivido.

Por mi parte continuaré contando la otra historia de Colombia y los negros del mundo, que hay en mi país más de 1800 especies de aves contabilizadas (más que la suma del total de Norte América y Europa ), que los herbarios han clasificado a más de 130.000 plantas. Seguiré contando la historia del negro cimarrón Benkos Biohó y el primer pueblo libre de América, la historia de las mujeres negras que alimentaron a los bebes blancos, la historia de los negros cimarrones que lucharon por su libertad, y de todos los negros que hoy cambiamos la historia y hemos aportado al desarrollo de nuestra civilización, demostrando que somos personas inteligentes, bellas y sexys.