Junto a otras ¿60 personas?, asistí -virtualmente, claro- al acto de inauguración de Izquierda Abierta. El nuevo partido abierto de izquierdas, que propone una izquierda alternativa desde Izquierda Unida y promovido por algún diputado del grupo de Izquierda Plural. Sí, reconozco que es un lío, pero esta gente es así, qué le vamos a hacer.
Destacar los errores de un acto, es ayudar a quien lo ejecuta. Nada más lejos de mi intención ayudar a esta gente que busca la miseria colectiva. Así pues, me limitaré a comentar la cosa esta.
El otro día pesqué una trucha así de grande.
Poneos en situación: un salón de casa repleto de gente abrigada. Las ventanas cerradas. Además, gente de lo más rancio de la izquierda, que, aún sin llegar a militar en el PCE, cuentan con el suficiente desapego a esa costumbre tan burguesa de la higiene personal como para crear una "atmósfera de camaradería" más propia del Club Mete-Saca de Panamá City.
Se trataba de lanzar un nuevo partido político en el seno de IU. Se quedaron calvos de pensar y le pusieron a la criatura "Izquierda Abierta". ¿Las razones de hacer esto? Bueno, explicaron muchas razones basadas en lugares comunes propios de la ideología del Gran Wyoming, pero realmente el paisaje de fondo es la pérdida de poder de los llamazarianos dentro de IU.
Llamazares dando palmas. Tiene cara de emoticono :|
En serio, para cualquier estudio del pensamiento Alicia y de la influencia de las etiquetas metafísicas en la teoría política, el acto sería de gran utilidad. Estaban todas las ideas-fuerza: retroceso de la democracia, un parlamento que no vale, unas elecciones que no valen, la gente es tonta y vota a la derecha, hay ataques injustos contra los pobres sindicatos, todo lo que no es izquierda radical es "extrema derecha", hace falta una regeneración democrática para que la derecha jamás pueda gobernar, la izquierda es fraternidad, "hace falta" "reconstruir" la izquierda, existe una dictadura de los mercados (Llamazares introdujo el concepto de "golpe de mercados"), están desmantelando el Estado del Bienestar e incluso el propio Estado, hay que renovar el discurso pero sin renovarlo, hace falta tener cuenta en facebook ("los jóvenes saben de eso" cosa muy #ranciofacts), hay que escuchar el "clamor democrático" de la calle, hay que aprovechar la indignación e incorporarla al discurso, etc.
Es decir, cogemos la lista de gilipolleces de la izquierda más antidemocrática, y podemos ir tachando una a una todas las frasecitas que nos podemos esperar. Ortodoxia pura. Quiero detenerme en dos de estas caralladas:
- Democracia precaria: dicen que como nos gobiernan LOS MERCAOS (sí, así), el propio tejido democrático se resiente. Existe un déficit democrático que debe ser resuelto "desde la calle". Es decir, todo su análisis sobre los problemas del turnismo político, desemboca en asegurar que la gente es tonta y que la derecha (es decir, la socialdemocracia pepera) siempre gobierna ilegítimamente.
- Reconstrucción de la izquierda: volver a construir la izquierda nos hace pensar en que hubo un tiempo en que estaba "construida", ¿qué tiempo fue aquél en que existía una "verdadera" izquierda en España? ¿Cuándo pudo desplegar la izquierda todo su potencial como para ser recordada como una Arcadia en la Tierra? No lo dijeron, pero se entiende que la época con más poder de esa izquierda fue en el lado del Frente Popular durante nuestra última guerra civil.
El acto, presentado por una emocionadísima Teresa Aranguren (que parecía que estaba en el bingo con sus amigas), contaba en la mesa de "cerebros" con Llamazares, que no necesita presentación pues alcanzó gran popularidad con la serie de dibujos "Supergaspi", Luis García Montero, poeta concienciado y representante del "mundo de la cultura" (esta gente se arroga el derecho de representar a la cultura, estos cuatro tarados, digo) y Montse Muñoz, otra señora del partido de-toda-la-vida que fue alcaldesa de no me acuerdo dónde. Tras soltar la retahíla de lugares comunes, atendiendo al "fenómeno del 15M" y no dejando de recordarnos la "destrucción de Irak", estos amiguetes de Saddam Hussein pasaron al turno de preguntas.
Cantando una saeta en el Congreso.
Me pareció un turno de preguntas muy raro. Cuando voy a una conferencia y hay un turno de preguntas, la gente suele hacer preguntas y los ponentes las responden. Bien, pues en estos círculos rarísimos de la izquierda, no va así la cosa. Van pasando el micro y la gente va soltando su discursito. Discursitos de agradecimiento por el "paso adelante", advertencias sobre las fuerzas de la oscuridad y leccioncitas leninistas de última hora. Por momentos me recordaban los testimonios de aquellos periodistas de los 60 que visitaban la China de Mao. Les ponían delante a los trabajadores de una fábrica, y eran testigos de cómo debatían sin debatir: loas al partido, loas a la dirigencia, etc.
Hubo un momento de emotivo aplauso -las alusiones emotivas ocuparon buena parte del tiempo, cosa que me hace pensar que esta gente se siente muy sola, muy vacía, y por eso imitan modelos de terapia grupal- para Jesús Maraña, ex-director de Público. También andaba por ahí Carlos Berzosa, "representante del mundo de la cultura y del mundo de la universidad", ya sabéis: el rector del Botellón. Dos actores, marido y mujer (creo), que no conozco pero que en ese ambiente de secta destructiva eran como viejos conocidos por todos. Media docena de fotógrafos y gente con barba y el ceño fruncido (y jerseys con bolitas).
Ah, que no se me olvide. En el "turno de preguntas sin preguntas", un señor propuso "acercarse a sectores más radicales", a partir de ahí se empezó a hablar de los tupamaros. No puedo dejar de relacionar esto con X. M. Beiras, que también lleva un tiempo citando a los tupamaros. Es como si la izquierda española, cual pollo descabezado, buscara nuevos referentes... en la guerrilla latinoamericana de los 60. Ahí es nada. Recordadlo la próxima vez que veáis a alguno de estos tipos en la tele.
En fin, nuevo proyecto que no tiene nada de nuevo (estoy siguiendo la crisis del nacionalismo gallego y los debates son exactamente iguales: la gente que vota al PP es tonta del culo, hay que cambiarlo todo, hay que meternos en el 15M, etc). Tiendo a aceptar como explicación la de Santiago González (dejo abajo el enlace), que dice que esto obedece a intereses personalistas. Esto por supuesto que lo negará Llamazares, pero todos sabemos que sólo el Mesías niega su propia divinidad.