La compañía que tiene una fuerte carga y se nutre de la escuela clásica de ballet, presento una retrospectiva de algunas de sus piezas de repertorio con una equilibrada composición, trazos precisos, virtuosismo y una vibrante carga visual, temas, colores e imágenes que refleja a la perfección la descripción que hace de sí misma la directora y coreógrafa Lang: una “artista visual cuyo medio es el baile.”
Un programa impresionante en general, pero sin duda “The Calling”, un solitario cuya coreografía se centro en el trabajo de la parte superior del cuerpo, crearon una atmosfera ondulante hasta la casi disolución de la bailarina y la tela de una falda que es parte integral de la danza, una obra de arte teatral y dancística en donde todos los elementos de vestuario, iluminación y música crearon una atmosfera especial.
Con “Thousand Yard Stare”, con música de Beethoven, se cerró la exitosa presentación, ahí Jessica Lang comparte su propia alegoría sobre el tema de la guerra y los veteranos sobrevivientes, algo tan apreciado y reconocido en su país, la atmosfera en tonos verdes mientras los cuerpos ejecutan pasos y movimientos de percusión que sugieren el fragor de una batalla, crearon una pieza potente, pulsante, dramática, que arranco prolongados aplausos del respetable.
Un espectáculo para recordar, como uno de los mejores platillos de esta edición, en donde se tuvo la oportunidad de ver a una de las mejores compañías de danza vigentes, presentándose por primera vez en nuestro país con el pie derecho, y antes que en ningún espacio en tierras potosinas. (con fotos de Elizabeth Hidrobo)
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