Por fin una buena noticia:
Esta mutilación se ha realizado en Nigeria, el país más poblado del continente africano, a casi 20 millones de niñas y mujeres.
Tras este primer movimiento hacia su prohibición, los expertos esperan reacciones en cadena en el resto de países africanos para que den un paso adelante en sus leyes a pesar de que la criminalización de la MGF no parece erradicar del todo un uso muy arraigado en ciertos países, tal y como ocurre en Egipto, que aún prohibiendo definitivamente la ablación en 2008, cuenta con un porcentaje de mutiladas del 92% en las mujeres casadas debido, en gran parte, a la impunidad endémica de ciertos hábitos sexuales, formando parte, junto con Guinea, Kenia, Somalia y Djibouti, de los lugares con más mujeres genitalmente amputadas del mundo.
Desde UNICEF advierten de que lo más importante es educar a las mujeres autóctonas para que sean conscientes de la violación de sus derechos y sean ellas mismas las que denuncien unos usos que provocan, en muchos casos, daños irreparables tanto físicos (infecciones, hemorragias, dolor crónico, aumento de la mortalidad materna…) como psicológicos. Para ello, organismos como el Consejo Europeo y Amnistía Internacional, llevan a cabo programas de erradicación del MGF que consisten en políticas integradas que realmente sancionen a los perpetradores e impliquen a los gobiernos en la protección real de las víctimas.
Al final el problema es social: la mutilación se sigue practicando porque si no las chicas no contraerían matrimonio.