Se prohíbe mantener afectos desmedidos en la puerta de la pensión (Mamen Sánchez)

Publicado el 09 diciembre 2014 por Sandra Díaz @estantesllenos
Título: Se prohíbe mantener afectos desmedidos en la puerta de la pensiónAutor: Mamen SánchezEditorial: Espasa304 páginasFecha de publicación: 14/10/2014Precio: 19,90 €eBook: 12,99 €
Sinopsis
En este nuevo libro, la autora se supera a sí misma y desde la primera página el humor, la empatía hacia los personajes, las sorpresas y la variedad de registros se alían para conseguir una lectura absorbente y absolutamente satisfactoria.
De nuevo, se trata de una novela coral, pero protagonizada por una mujer que no tiene más remedio que:

a) Reconstruirse casi desde cero después de un divorcio demoledor.
b) Reformar la casa de sus abuelos, un chalecito en bastante mal estado en la ribera del Manzanares.
c) Buscar huéspedes, no porque necesite el dinero, que también, sino, sobre todo, porque es la mejor manera que se le ocurre para evitar tener que vivir sola.

Pero como a pesar de todo es una mujer sensata, decide imponerse e imponer unas reglas que, partiendo de la amarga experiencia, faciliten la convivencia. Por ejemplo:

• SE PROHÍBE AFLIGIRSE POR CAUSAS AJENAS AL SENTIDO COMÚN.
• SE PROHÍBE MOSTRAR COMPASIÓN HACIA QUIEN NO LA DESEA.

El que ella y sus huéspedes sean capaces o tengan ganas de cumplirlas ya será otro cantar...

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La autora
Mamen Sánchez es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense y ha realizado cursos de doctorado en Historia y Literatura, además de cursos de Literatura y Civilización Francesa en la Sorbona y de Literatura Inglesa en las universidades de Londres y Oxford. Es subdirectora de la revista ¡Hola! y directora de ¡Hola! México. Está casada y tiene cinco hijos.
En los últimos años ha triunfado con una serie de best sellers que mezclan de forma cautivadora y original géneros como la novela de intriga, el romanticismo, la comedia de costumbres y un personalísimo sentido del humor.
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Mi opinón personal
De este libro me encantó la portada tan pronto la vi y... ¡qué decir del título! Me llamó la atención muchísimo y con la sinopsis ya me terminé de convencer de que ésta podía ser una lectura ideal para pasar un buen rato de desconexión. Y sin duda lo ha sido, ¡y mucho! Me lo he pasado pipa leyendo esta alocada historia. Confieso que en un primer momento creí que iba a estar más orientada al romanticismo, pero es mucho más que eso. Hay aquí secretos de familia, investigaciones al puro estilo de Ágata Christie y tantos enredos que la autora consigue así una divertidísima novela.
Cecilia Dueñas es abogada, tiene 43 años, no tiene hijos y acaba de ser abandonada por su marido después de 12 años de matrimonio. Todo lo contario a lo que ella esperaba que iba a ser su vida:
A los cuarenta -pensaba- seré una mujer interesante, con mucho mundo, elegante y atractiva. Habré encontrado el amor verdadero y tendré tres o cuatro hijos, la gente se asombrará de que sean míos. Dirán: "No es posible, parecen sus hermanos". Porque mi marido y yo y los niños patinaremos por el parque de Rosales, como John-John Kennedy por Central Park, y seremos unos eternos adolescentes.

Tras el abandono, Cecilia se viene abajo y, con todo su mundo del revés, decide reconstruir la vieja casa de sus abuelos, la cual fue su propio hogar durante diez años. Dicha reforma la confía al constructor Andrés Leal, un hombre rudo, desconfiado, insensible ante la inestabilidad emocional de Cecilia. En la aventura les acompañará Justice, un joven inmigrante sin permiso de trabajo ni papeles al que Cecilia decide alojar en el cobertizo; Azucena, la asistenta que se presenta repentinamente buscando a los abuelos motivada por un misterioso anuncio publicado en el periódico tres años atrás; y las tres ocupantes de las habitaciones de la pensión, Noelia, Ivana y Catalina. La combinación de todos estos personajes y sus circunstancias da lugar a una disparatada y divertidísima historia.
Los personajes son muy variados y pintorescos, todos tienen algo que aportar no solo a la historia en sí sino también a la vida de cada uno de los demás protagonistas. Tan diferentes y con tantas cosas en común, aunque no lo parezca. Esta es una de aquellas historias de las que aparentemente solo obtenemos un rato de diversión, sin embargo hay algo más, pues a través de cada uno de los personajes la autora trata temas algo más significativos de lo que puede parecer en un primer momento. Y sin duda es divertido, ya lo creo que sí, hay muchas páginas con las que el lector no puede evitar echar alguna que otra risa ante tan cómicas escenas.
La narración es muy ágil, la lectura resulta sencilla y muy amena. Los títulos de cada capítulo hacen referencia a cada una de las normas que Cecilia impone en su pensión, 35 frases que dan paso a capítulos cortos que se leen en un suspiro. Es una novela fresca, ligera y entretenida. Sin ninguna duda, una novela muy recomendable.

***Gracias a la editorial Espasa por facilitarme el ejemplar