Siempre he comprado los libros "al peso" pues si no tenían el suficiente número de páginas, sabía de antemano que me lo terminaba en 4 días y se acababa la historia que tanto me entretenía.
Así que buscaba ejemplares de 500 hojas y letra pequeña, para que al menos si la historia era buena y me gustaba, me durase un par semanitas. En este caso las 304 páginas de este libro han sido maravillosas.
Pero hace unos días me llegó a través de un mensaje de Whatsapp la imagen de portada de este libro y comentándo el título de este ejemplar con mis amigas me dio un ataque de risa: "Se prohíben mantener afectos desmedidos en la puerta de la pensión" ¿Qué significa esto? (Le di vueltas al título durante un rato...pensando si significaba lo que yo creía entender)
Porque claro... "Mantener afectos desmedidos..." tal y como dice la autora (Mamen Sánchez) bueno, lo que se dice bueno, no debe ser.
Y se me ocurrió pensar que quizás este libro, contaba la historia de una mujer que se quedaba prendada de cualquier hombre que la llevase a la cama.
Que les entregaba ese "afecto desmedido" y que una vez abandonada sufría un nuevo desengaño y se llenaba de tristeza y desesperanza... ¡Cómo si no le hubiese ocurrido a más de 1 de nosotras! Que entregamos muchas veces el corazón cuando lo que ellos buscan es el cuerpo...¡Y les importa un pepino tu alma!
Dos días más tarde, entré en una librería y busqué ese ejemplar para comprobar si realmente mi diagnóstico había sido acertado o si por el contrario no tenía nada que ver con lo que yo creía...
Mi diagnóstico era erróneo. La novela no hablaba de amor y sexo (tal y como me había imaginado), ¡Nada más lejos!
La protagonista hablaba del amor y el desamor en unos términos mucho más cálidos y donde la pensión (en la que yo creía se producirían los desengaños) era el eje central de esta historia tan emotiva.
Y leyendo la primera página no puede evitar querer saber cómo terminaba la historia de la protagonista. Cogí este libro entre las manos y me lo llevé a casa. Estaba claro que no quería perderme esta historia.
La protagonista de esta historia Cecilia Dueñas, intenta salir adelante tras un divorcio y empezar una vida nueva, por lo que decide convertir la casa que ha heredado de sus abuelos en una pensión para estudiantes.
Narra no sólo la reforma y reconstrucción de la antigua casa de sus abuelos, sino que narra la reforma y reconstrucción personal y sentimental de la protagonista.
Y como en todos los lugares existen normas, Cecilia decide implantar en su pensión algunas normas como éstas:
"Prohibido afligirse por causas ajenas al sentido común" "Se prohibe meter el dedo en la llaga" "Prohibido mostrar compasión a quién no la desea"Pues bien, "Prohibido mantener afectos desmedidos en la puerta de la pensión" es un libro cautivador y de fácil lectura, con un lenguaje preciso y sin miramientos, expresando ideas y sentimientos de la misma manera que le estarías contando a una amiga cualquier historia de tu día a día.
Sinceramente, es una novela apasionante, sencilla, clara y llena de ironía y sentido del humor.
Su forma de contar el sentimiento de pérdida, de volver a sentirse independiente, de criticar la vida sin pudor, de relatar su momento de tristeza, duda y miedo tras su divorcio y cómo salir de esa situación.
Ahora puedo entender que hay momentos en los que la única persona que se merece ese "afecto desmedido" eres tú misma.