Se prohíben las operaciones estéticas de las mascotas

Publicado el 18 marzo 2017 por Elblogderamon @ramoncerda

La noticia es reciente: se prohíben las operaciones estéticas de las mascotas. Puede parecer curioso que en una sociedad donde son tan habituales las operaciones de estética en humanos, se acaben prohibiendo este tipo de actuaciones. Claro que hay que tener en cuenta que las operaciones en humanos son (normalmente) consentidas, y en las mascotas ya se sabe que no son ellas quienes lo deciden.

Se prohíben las operaciones estéticas y ya no se podrán cortar rabos y orejas, salvo por cuestiones de salud.

Se prohíben las operaciones estéticas. ¿Prohibición desproporcionada?

Me gustan los animales, y entre ellos los perros, aunque soy mucho más de gatos y ya sabemos que en cuestión de gatos no es habitual el corte de rabos y orejas, aunque sí que hay quien les extirpa las uñas por motivos obvios. En los perros está mucho más extendido y aceptado. Hace muchos años tuve una Doberman, y sí, llevaba rabo y orejas como marcan los cánones (posiblemente equivocados) de la estética canina de esta raza en concreto. Nunca pensé que eso a ella le importara, pero posiblemente si tuviera otro perro no lo haría pasar innecesariamente por ello. No quiero decir con esto tampoco que esté en completo desacuerdo con estas prácticas, creo que también se exagera mucho y es una de las cosas que parecen estar sacándose de contexto. Ya saben mis lectores que me molestan mucho las prohibiciones en general. En estos casos creo que sería mucho mejor realizar campañas de concienciación, pero sin llegar a la prohibición. Equiparar estas cosas con maltrato animal me parece exagerado. Supongo que tendremos que prohibir que las madres agujereen las orejas de sus hijas recién nacidas (¿o eso ya lo han prohibido?).

Por lo visto se ha intentado hasta el último momento incluir una excepción para los perros de caza, pero finalmente no ha sido así, de manera que no habrá más excepciones que las de motivos de salud.

Pablo Iglesias ha dicho sobre esto: «Es triste que nuestro país haya tardado treinta años en ratificar este convenio»

Todo esto proviene de Estrasburgo, del año 1987. Veintitrés países son los que han acabado ratificando dicho acuerdo.

Pues ya tenemos una prohibición más.

Ramón Cerdá