- Insultos personales
- Invadir el territorio personal de otro individuo
- Contacto físico no requerido
- Amenazas e intimidación (verbal o no)
- Chistes y bromas sarcásticos usados como sistema para insultar
- Ataques fulminantes por medio del correo electrónico
- Ataques en el estatus de redes sociales con la intención de humillar a sus víctimas
- Avergonzar a una persona en público y rituales de degradación
- Interrupciones bruscas groseras
- Ataques hipócritas y doble cara
- Miradas obscenas
- Tratar a las personas como si fueran invisibles
Los 'cretinos certificados' muestran patrones persistentes de estas malas actitudes y tienen una larga lista de víctimas.Y ya que las personas desagradables son inevitables en la vida diaria, el profesor Sutton ofrece algunos consejos para tratar con ellos:
Defiéndete o desarrolla indiferenciaSi eres víctima del mal comportamiento, haz un análisis para determinar si puedes enfrentar directamente el problema, o puedes ejercer el fino arte de la indiferencia emocional. Hay ocasiones en que las cosas que escapan a nuestro control y lo mejor que puedes hacer para tu salud mental es no darles importancia.
Reformula y cambia tu forma de ver las cosasIntenta reformular un pleito con un cretino de una forma que sea menos molesta. “Este es un tipo de pequeña terapia cognitiva”, dice Sutton. Si no puedes escapar al factor de estrés, puedes reducir el daño al cambiar tu mentalidad sobre lo que sucede. Desarrolla un mecanismo de defensa, si es necesario.
Limita tu exposiciónEvítalo si es preciso. Cuando limitas la frecuencia y la intensidad de tus encuentros con cretinos, creas un colchón contra el comportamiento humillante. En el contexto de trabajo, establece estrategias adicionales, como construir zonas de seguridad, apoyo y cordura, y buscar y pelear solo las batallas que tengas una buena posibilidad de ganar.Las estrategias de Robert Sutton: defiende tu posición, indiferencia, reformular y evitar, nos remiten a la sabiduría de la filosofía oriental a la hora de afrontar los problemas: “Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para conocer la diferencia entre unas y otras”.