Se puede eliminar el fanatismo de millones de personas

Publicado el 25 enero 2015 por Vigilis @vigilis
Tras la victoria sobre la parte alemana de la oscuridad que cubrió Europa, no sólo se modificaron las fronteras de Alemania —aunque menos de lo que pedían algunos— sino que además, aliados y soviéticos quedaron como potencias ocupantes durante varios años. Tras 1870 y 1914, la idea era que el mundo de 1945 no repitiera errores del pasado pesaba mucho sobre los que ganaron la guerra.
Pero más allá de los problemas que da la ocupación de un país de tamaño medio que acaba de salir de una guerra (y con países que le rodean arrasados también por esa guerra), está la cuestión de la población. Una lección que hay que saber de la naturaleza humana es que en la Alemania de 1932 había muchísimos menos nazis que en la Alemania de 1946. Ese era un gran problema para los ocupantes: todo el mundo entiende que se pueden reconstruir las fábricas, se pueden levantar los puentes e incluso se pueden volver a plantar los campos, lo que la gente no suele creer es que se puede eliminar el fanatismo de millones de personas.

Claro que ese proceso es muy costoso, acarrea muchas decepciones y no es agradable para la población de los países de origen de las fuerzas ocupantes. Este proceso es el que vivió Alemania entre 1946 y 1951, aunque después de 1951 siguió habiendo fuerzas de ocupación porque al otro lado del telón de acero existía la seria amenaza de una nueva guerra.
En 2015, de los 65.000 soldados americanos desplegados en Europa, 40.000 están en Alemania. Ojo, que Alemania hoy es un país muy bonito. No saben comer, pero es bonito. Y hacen unos automóviles estupendos. A lo que voy es que el número de fuerzas de ocupación durante el periodo de desnazificación superó con creces el millón de soldados y diferentes generaciones de personal civil y militar se fueron turnando durante los últimos setenta años. Es decir, hablamos de un plan para todo un siglo que involucra a millones de personas. Dadle vueltas a ese pescado.

Burgsteinfurt era un pueblecito de Renania del Norte-Westfalia el 30 de mayo del 45. Al oficial británico al mando se le ocurrió proyectar en el cine local un Movietone sobre la liberación de Buchenwald y Bergen-Belsen. La gente del pueblo parece que no estaba muy por la labor de ver la película así que el oficial británico decidió sacarlos de las casas a punta de fusil y obligarles a ir al cine.Se puede ganar, pero hay que querer ganar.

Durante los años de la lenta, costosa y necesaria desnazificación, los aliados hicieron numerosos estudios de opinión (las encuestas son útiles para saber si una política funciona, no basta con mirar el precio del Euribor, la política es algo más que las páginas salmón de los diarios, pero ése es otro asunto). Aquí traigo algunas de ellas, (Public Opinion in Occupied Germany. The OMGUS Surveys. Urbana, IL, 1970) que tienen cierto interés para quienes se niegan a creer que eliminar el fanatismo de millones de personas es posible.
Preocupaciones de los alemanes en la AMZON (zona de ocupación americana):

Oct 45 - feb 49. Inmediatamente tras la guerra, la mayor preocupación de los alemanes era la comida y la ropa, algo que parece razonable. El caso es que este problema fue en aumento hasta el 20 de junio de 1948, día en que de noche y a oscuras se introduce el marco como moneda, se levanta el control de precios, se alivian las cuotas de producción y se le dan 60 marcos a cada alemán. A partir de entonces, desaparece el mercado negro y las preocupaciones de los alemanes pasan a ser las económicas en términos generales. Básicamente, si dejas que la gente compre y produzca lo que necesita en un país al que el falta de todo, la gente actúa en consecuencia.

Economía alemana al estilo 1946.

Si tuviera que vivir bajo el comunismo o el nacionalsocialismo, ¿bajo qué gobierno preferiría vivir?

La pregunta se las trae porque es como si te dan a elegir entre cianuro y cicuta, pero no deja de ser interesante cómo de los dos tercios que en 1946 no desean ninguno de entre esos dos gobiernos, esa opinión cae al 50% dos años después.
Encuesta de actitudes políticas, invierno del 46

Trümmerfrau o señora de los escombros.

El número de alemanes que veían a su país capaz de gobernarse a sí mismo cayó del 61% en enero al 47% en marzo. Un 63% abogaba por limitar el número de partidos políticos —¿resquicio de Weimar?— y un 11% abogaba por un régimen de partido único. El partido con más simpatía en aquellos meses era el SPD, con un 33% de apoyos.
Entre aquellos que habían pertenecido al NSDAP, un 52% apoyaba a partidos de derecha (CDU, CSU, etc.) y un 28% a partidos de izquierda (SPD, KPD, etc). Este grupo —ex-miembros del NSDAP — era el más dispuesto a votar en unas elecciones.
Entre las razones que daba la gente para ir a votar, las más importantes eran:
  • Sentido del deber: 35%
  • Necesidad de liderazgo: 23%
  • Ayudar a la reconstrucción: 12%
  • Votar contra el Partido Comunista: 5%
  • Expresar una opinión: 4%.
En Alemania Occidental no dejaron que hubiera elecciones hasta el verano del 49.
Actitud alemana ante los juicios de Nuremberg (nov 45- ago 46)

En la primera encuesta, un 29% de los alemanes dice haber conocido los campos de concentración en los juicios de Nuremberg. En la segunda encuesta, ese número sube hasta el 57%. En esa segunda encuesta, un 30% dice haber tenido noticia del Holocausto por los juicios. En la primera, nadie dice haberse enterado del Holocausto por los juicios.
Un 80% (de media) cree que los juicios son justos (porcentaje que sube entre quienes se informan en los periódicos) frente a un 4% que cree que no. Un 16% no tiene una posición sobre el asunto.
Un 70% cree que todos los acusados son culpables. Entre aquellos que creen que hay alguno que no es culpable, la mayoría nombra a Hess.
Actitudes sobre los refugiados
A finales de los 40, había en Alemania Occidental alrededor de 8 millones de refugiados. En su mayoría, gente que huyó de la zona conquistada por los soviéticos, pero también alemanes que vivían fuera de las nuevas fronteras.
Entre los refugiados que fueron reubicados en Alemania, el 40% encontraba hostilidad en sus nuevos vecinos. Sus mayores preocupaciones eran la vivienda, la ropa y el trabajo.
Entre los locales que acogían a los refugiados como vecinos, un 28% los veía como extranjeros, sentimiento que aumenta en relación directa al nivel de estudios. Alrededor de un 80% no veía problema en que los refugiados pudieran participar en política, ese porcentaje caía según era mayor el nivel de estudios.
Antisemitismo, diciembre del 46

"Vuestra culpa".

La encuesta realizada utiliza una escala de Guttman que acaba dividiendo a la población alemana occidental en cinco grandes grupos según sus posiciones sobre el racismo y el antisemitismo:
  • Prejuiciosos 20%
  • Nacionalistas 19%
  • Racistas 22%
  • Antisemitas 21%
  • Antisemitas exaltados 18%
Por nivel educativo, los que caen en las tres categorías más extremas son un 48% entre aquellos con doce años de educación y un 63% entre aquellos con siete años de educación. Por nivel de renta, los de mayor nivel económico son los que muestran menos prejuicios (53%, ocho puntos por debajo de la media nacional). Por religión, los católicos estaban en la media (61%) y los protestantes por encima (69%). Entre quienes acuden regularmente a los servicios religiosos, estos porcentajes disminuyen (y se mantienen los protestantes como más prejuiciosos que los católicos).
Entre los aptos para el trabajo, los hombres se muestran menos prejuiciosos (50%) que las mujeres (69%).
Entre aquellos que participaban de la desnazificación, el número de gente extremista descendía. El mismo resultado se obtuvo entre aquellos que conocían el Holocausto.
También se encuentra correlación entre posiciones racistas y aquellos que pensaban que la ocupación era una humillación nacional.
Por su interés: extracto del "programa Ahlen" de la CDU (febrero del 47):

El sistema económico capitalista no ha servido ni al Estado ni a los intereses vitales (sic) del pueblo alemán. Tras el terrible colapso político, económico y social que resultó del gobierno criminal, se requiere de un nuevo orden que debe ser construido desde cero.
Un orden económico socialista debe proporcionar al pueblo alemán un marco económico y social que concuerde con los derechos y la dignidad de la persona, que sirva al desarrollo intelectual y material de nuestra nación y que asegure la paz en el país y en el extranjero.

(a continuación se detalla un programa político que incluye nacionalizaciones masivas de la industria, el apoyo al cooperativismo, la participación sindical en la dirección de las empresas, etc).
Por interés análogo: extracto del programa "Reconstruir la organización del partido" (SPD, junio del 45):

Hitlarious!

Por culpa de Hitler (sic), nuestro pobre y atormentado pueblo debe pasar por una miseria indescriptible y un profundo valle de sufrimiento. Queremos ayudar a ponerlo de nuevo a la altura de la cultura humana (sic) y a la amistad con todos los pueblos del mundo.

(a continuación el programa incluye nacionalizaciones masivas de la industria y los recursos naturales, la prohibición de los alquileres, limitaciones a las rentas del capital, un programa de construcción de viviendas y la petición de importar comida).
El informe McCloy
En 1950, el Alto Comisionado para la Alemania Ocupada, general McCloy, escribe un informe sobre el estado del programa de desnazificación. En él encontramos algunos de los problemas que surgieron por el camino. Si al principio la desnazificación se limitaba a prohibir la actividad del partido nazi y entidades afines así como a sustituir a nazis por antinazis en posiciones de responsabilidad pública (directivas 24 y 38), esta estrategia pronto se reveló como poco práctica. Sencillamente había millones de nazis con aptitudes para las que no se podían encontrar sustituto. Y además había otro problema, al apartar a los nazis, se estaba creando un nuevo grupo social de "ex-nazis" que lo tendrían más fácil para volver a organizarse.
Así, a los americanos se les ocurrió (marzo del 46) la idea de montar los Spruchkammerverfahren, tribunales especiales de desnazificación ante los que se llamó a todos los alemanes adultos. Algunos de estos juicios fueron sonados, como el de un industrial llamado Thyssen, que nos suena de algo. En ellos, se aireaban trapos sucios y las más de las veces se hacía pagar al culpable con dinero, embargos o trabajos forzados. Británicos y franceses imitaron el modelo americano. Los soviéticos lo hicieron de forma distinta: prohibieron la actividad nazi, sí, pero se conformaron con amnistiar a ex-miembros del partido a condición de que trabajaran para el nuevo partido (una historia poco conocida es la de las personas arrestadas y torturadas por nazis y por comunistas, como el cardenal Mindszenty).

"Nuevos profesores para nuevas escuelas" (en Alemania Oriental se contrató a 16.000 nuevos profesores sin título académico para el curso 45/46).

El caso es que viendo el nivel de involucración (y beneficio) de cada adulto, los americanos acabaron por delimitar el nivel de nazismo de los alemanes en cinco categorías:
  1. Importante culpable
  2. Culpable
  3. Culpable menor
  4. Seguidor
  5. Exonerado
En las zonas británica y francesa, estos subtipos variaban su significado. En la británica además, los de las categorías 1 y 2 eran juzgados por vía militar, con lo que no entraban en las estadísticas. En la zona francesa es donde se dio mayor cantidad de exonerados, cosa que no nos sorprende porque los franceses y los nazis ya se sabe.

El típico currículum.

De los trece millones y medio de personas (!) estudiadas en la zona americana, cuatro millones fueron encontradas acusables. A los seis meses, no pareció práctico poder juzgar al 27% de la población, así que se exoneró directamente a todos los nacidos después de 1918. En la Navidad del 46 se aprobó una nueva amnistía según el nivel de renta (que descartaba a aquellos que no pudieron lucrarse del régimen nazi) y el grado de discapacidad.
Para finales de septiembre del 48, se había amnistiado a 2,7 millones de personas y se había juzgado a casi un millón (en los casos menores, a partir del 48 simplemente se enviaban multas por correo).

Nótese que en 1950 ya existe un gobierno alemán (llevaba un año) y se empiezan a aprobar leyes que levantan ciertas restricciones a las categorías 3 a 5. Estos ciudadanos no tendrán plenos derechos políticos, económicos y laborales hasta bien entrado 1951.
El informe del general McCloy trata extensamente el tema de la reincorporación de ex-nazis a puestos de responsabilidad pública. Defiende la posición de que se trata de gente que ha pasado por un proceso legal. También trata un asunto que llama "los grandes nazis y los pequeños nazis". Parece que una queja habitual del público alemán de la época era que las penas a los industriales nazis que colaboraron con el partido eran menores que las penas que recibían pequeños funcionarios, carteros, etc. El general dice que en esos juicios se solía llamar a testigos (vecinos, compañeros de trabajo) y que las más de las veces el contacto con la vida diaria de los grandes nazis era muy inferior al de los pequeños oficiales, responsables, a nivel de calle, de soplos a la Gestapo y denuncias.

Para el año 56 ya se había normalizado lo de los ex-nazis (y este comentario no tiene nada que ver con ninguna madre de nadie que aparezca en la imagen).

Finaliza el general su informe diciendo que el asunto queda ya en manos de los propios alemanes, en quienes encuentra todos los elementos para que culmine la desnazificación. Valora el general que los alemanes del año 50 están más convencidos de que un nacionalismo chauvinista es peor para sus intereses que una mayor integración en una comunidad europea.
La banalidad del mal y la negación del pensamiento: