Pues sí que es posible, de hecho entre el 7 y el 8% de todos los pacientes hospitalizados en España adquieren una infección mientras están ingresados, llamadas infecciones nosocomiales.
Las principales infecciones de este tipo son las urinarias, generalmente asociadas al uso de las sondas vesicales, la neumonía adquirida en el hospital, la infección de las heridas quirúrgicas y las asociadas al uso de catéteres endovasculares.
Pero el problema radica en que muchas de estas infecciones son resistentes a los antibióticos, hecho gravísimo ya que supone que hay bacterias, llamadas multi-resistentes, que lo son a los principales antibióticos disponibles para su tratamiento. Este problema es debido, entre otras causas a el mal uso de antibióticos y la transmisión de esas bacterias entre pacientes, dentro y fuera de las instituciones sanitarias.
De todas formas se, de primera mano, que se está trabajando en este tema muy mucho y ya se están viendo los resultados. Así el número de infecciones contraídas en las unidades de cuidados Intensivos españolas ha vuelto a ser el más bajo de la historia. Lo confirma el Estudio Nacional de Vigilancia de Infecciones Nosocomiales (ENVIN) correspondiente a 2013 que ha incluido 20.799 pacientes ingresados en 170 UCI de 151 hospitales de toda España, en los que se ha controlado la presencia de infecciones derivadas del uso del equipamiento sanitario (ventiladores mecánicos, sondas, catéteres…). Sin embargo, sí que cada vez se detectan más infecciones protagonizadas por bacterias multirresistentes a los antibióticos más habituales. Para luchar contra este problema la SEMICYUC, de la que formo parte, está llevando a cabo el proyecto 'Resistencia Zero', financiado por el Ministerio de Sanidad que tiene por objetivo reducir en un 20% la tasa de pacientes ingresados en UCI con aislamiento de microorganismos multiresistentes durante los próximos dos años en nuestro país.