Sé que estáis ahí

Por Aceituno

Resulta que hay gente que se ha sentido un poco ignorada. Es lo que pasa con las estadísticas, que no siempre dicen la verdad como el caso de los 500 seguidores, porque hay mucha gente que lee el fotonauta a diario pero no están computados en ningún sitio. Son una especie de “seguidores anónimos” porque lo leen en el ordenador de otra persona, o en facebook, o incluso impreso porque mi querida suegra imprime el fotonauta cada día y lo da a leer a la gente en su oficina, a los trabajadores, le da una copia a su ex… vamos que hay vida más allá de los seguidores de wordpress.

Para ellos va dedicado este post, para esa gente anónima pero igualmente fiel, que se traga todos los días las comeduras de coco que me hago sobre lo humano y lo divino. Además esta gente no tiene un espacio para opinar, así que no sé lo que les pasa por la cabeza con cada post. Tampoco pueden poner “me gusta” por lo tanto esa lista de los post que más os gustan que aparece a la derecha de la página es bastante inexacta porque faltaría la opinión de un montón de gente. Ni siquiera puedo hacerme una idea de cuántos son porque probablemente sean más de 500, así que creo que no está mal dedicarles estas palabras especialmente a ellos.

Por lo demás no hay mucha tela que cortar con este asunto. Al fin y al cabo estén o no estén en wordpress, la gente más o menos opina lo mismo sobre casi todo. Lamentablemente la sociedad nos moldea y nos hace a todos muy parecidos. Es difícil encontrar puntos de vista diferentes, opiniones originales, maneras de ver el mundo propias. Por lo general estamos programados y no es fácil que nos salgamos del guión. Eso nos convierte en seres bastante predecibles en nuestra forma de pensar y de actuar lo cual resulta muy conveniente a los intereses de los que parten el bacalao, que están encantados con saber lo que pensamos ante cada situación porque les resulta mucho más fácil inventarse problemas y vendernos las soluciones. Al final se trata de eso, ni más ni menos, de vendernos cosas, de exprimirnos y tenernos al límite, de que gastemos todo lo que podamos y un poquito más porque si nos endeudamos entonces ya les pertenecemos y pueden hacer y deshacer a su antojo.

Vaya… parece que me he ido un poco del tema… Se me calienta la lengua o, mejor dicho, los dedos y me pongo a escribir como un poseso porque es que es verdad coño, que nos tienen asfixiados los muy hijos de puta y ellos evaden impuestos con una alegría que resulta descorazonadora porque nadie, pero absolutamente nadie les puede poner freno y, mientras nosotros hacemos mil horas de trabajo y vivimos con el agua al cuello, ellos se pasean con la barbilla hacia arriba, pavoneándose y presumiendo como si fueran dioses, cuando no son más que unos putos animales de carroña que viven del sudor de los demás.

En fin, que un saludo cariñoso a todos esos seguidores anónimos. Aunque no lea vuestros comentarios sé que estáis ahí, al pie del cañón, apoyándome y enviándome vuestra energía positiva. Ojalá siga creciendo el número porque juntos somos más fuertes y eso es lo que yo necesito ahora, fuerza y solidaridad, energía y optimismo, vitalidad, valentía y sinceridad.

Solo eso.