Lo anterior, teniendo como base el análisis de múltiples evidencias tanto etológicas y arqueológicas, en donde se plantea un diálogo entre las clásicas propuestas antropológicas sobre la conciencia de muerte como motor del pensamiento religioso y los más recientes estudios sobre la conducta de homínidos fósiles y primates contemporáneos.
Pues desde el punto de vista de ambas personalidades, la conciencia de muerte se nos presenta como una suerte de gradiente que oscila entre el mero reconocimiento perceptual y la elaboración de complejos conceptos.
Incluso, plantean que algunos de los hábitos de los grandes simios, como las actitudes compasivas y el traslado de cadáveres, parecen haberse prolongado a lo largo de la evolución humana hasta tener eco en los muy variados procesos funerarios de las poblaciones actuales.
De modo que, si la muerte hubiera tenido el rol germinal que los precursores de la antropología le atribuían, habríamos de considerar que lo religioso no necesariamente es una característica exclusiva del hombre actual.
La sede de dicha conferencia será la sala IV del COLSAN, mayores informes al teléfono 811-01-01