El magnate británico Steve O’Connor compró en 2006 un terreno en una pequeña localidad llamada Helsby, muy cerca de Liverpool. Allí pretendía construir una casa de campo, pero sin embargo se encontró con que la ley no permitía dicha construcción, ya que no podía superar determinados metros del nivel de suelo.Sin embargo, lejos de declinar su proyecto, el empresario decidió buscar una alternativa y no le costó mucho trabajo dar con ella: Si no puedo construir por encima del nivel del suelo, lo haré por debajo.De esta manera, en el año 2008 llegó al terreno todo un ejército de obreros que se pusieron manos a la hora para hacer un grandísimo agujero en el suelo, que más tarde se convertiría en toda una mansión. Se sacaron más de 600.000 metros cúbicos de tierra, dejando una profundidad de 7,5 metros.
El aumento de población ha provocado la masiva construcción en muchos puntos del planeta, ante esta situación, se han creado diferentes leyes que regulan la construcción en según que lugares, con el objetivo de preservar la naturaleza e incrementar la construcción moderada. Aunque existan este tipo de regulaciones, no siempre se cumplen, y eso podemos verlo en cualquier ciudad o pueblo. Generalmente, la gente que tiene mucho dinero encuentra la manera de esquivar la legislación para salirse con la suya.
El magnate británico Steve O’Connor compró en 2006 un terreno en una pequeña localidad llamada Helsby, muy cerca de Liverpool. Allí pretendía construir una casa de campo, pero sin embargo se encontró con que la ley no permitía dicha construcción, ya que no podía superar determinados metros del nivel de suelo.Sin embargo, lejos de declinar su proyecto, el empresario decidió buscar una alternativa y no le costó mucho trabajo dar con ella: Si no puedo construir por encima del nivel del suelo, lo haré por debajo.De esta manera, en el año 2008 llegó al terreno todo un ejército de obreros que se pusieron manos a la hora para hacer un grandísimo agujero en el suelo, que más tarde se convertiría en toda una mansión. Se sacaron más de 600.000 metros cúbicos de tierra, dejando una profundidad de 7,5 metros.
El magnate británico Steve O’Connor compró en 2006 un terreno en una pequeña localidad llamada Helsby, muy cerca de Liverpool. Allí pretendía construir una casa de campo, pero sin embargo se encontró con que la ley no permitía dicha construcción, ya que no podía superar determinados metros del nivel de suelo.Sin embargo, lejos de declinar su proyecto, el empresario decidió buscar una alternativa y no le costó mucho trabajo dar con ella: Si no puedo construir por encima del nivel del suelo, lo haré por debajo.De esta manera, en el año 2008 llegó al terreno todo un ejército de obreros que se pusieron manos a la hora para hacer un grandísimo agujero en el suelo, que más tarde se convertiría en toda una mansión. Se sacaron más de 600.000 metros cúbicos de tierra, dejando una profundidad de 7,5 metros.