Se terminó la simulación armada por el “operativo clamor”. Cristina Fernández, como era previsible, terminó poniendo el zapato sobre la cabezas de sus esbirros

Publicado el 09 noviembre 2024 por Adribosch @AdriBoschMarti

- Cuando todo empezó, hice una apreciación política sobre "la vuelta" de la viuda al ruedo político, gracias a los buenos oficios de Javier Milei, quien la trata con algodones para tenerla como "enemiga política" que le ayude a marcar las diferencias, porque el presidente cree que de esa polarización, él surge, por comparación, como el más potable. Precisamente Mauricio Macri pensó lo mismo.

En esta re-entrada de Cristina Fernández a la escena política nacional, el kirchnerismo/peronismo, hizo un acting farandulesco que los medios nacionales trataron de "analizar", a mi manera equivocadamente, como una disputa interna que ponía de un lado a Kicillof, en el otro a Cristina y en medio a Quintela y así construían una tríada donde la duda era si CFK podría o no ser quien liderara el peronismo a nivel nacional.

Lo dije antes, lo repito ahora y mi aseveración de hace unas semanas atrás queda convalidada por la realidad: Cristina Fernández se quedó con el peronismo (una vez más), Quintela jugó el triste papel del "candidato necesario", sin ningún tipo de chances, obviamente y en tanto Axel Kicillof, que simulaba ser un líbero político, no podía menos que elegir a su madre putativa, cuando las decisiones finales arreciaran.

Nadie con dos dedos de frente, podía realmente pensar que alguien dentro del peronismo iba a ningunear a la viuda y generarle una "línea interna" para disputarle el sillón que maneja desde el 2003, cuando acompañaba a su marido en el Congreso e infundía miedo a los barones del conurbano restándole poder al incombustible Daniel Scioli para cuya sustitución preparó al ex ministro de economía, convertido en Gobernador de la provincia más importante del país por obra y gracia de quien repitió dos presidencias, una vicepresidencia y hasta puso un monigote a gobernar por ella en el 2019, sin que tantos fracasos la hayan llamado a a la reflexión.

Y Cristina Fernández simuló una pelea que nunca fue, los diarios nacionales le dieron la visibilidad que ella pedía, hasta el "triunfo" de la condenada al menos en la presidencia del PJ, ya que si opera el doble conforme en la Justicia, va a ser la única presidencia por la cual podrá pelear; porque la de la Argentina, seguro que nunca más.

Ahora que terminó la simulación alentada por " el operativo clamor" desplegado por Máximo, La Cámpora y los kirchrnoperonistas, todo volvió a encajar en donde, en realidad, siempre estuvieron las piezas: CFK tiene en sus manos la batuta y todos bailan el ritmo que la calafantense les impone.

Ahora viene la etapa del convencimiento social, donde la señora impondrá los candidatos, armará las listas y decidirá quién sobrevive o quien queda en el camino hacia las listas de las legislativas del año 2025 y las presidenciales del 2027, donde es casi seguro que Axel Kiciloff será el nuevo "Alberto"; ese previsto por la condenada para tratar de venderlo como un estadista, aunque a decir verdad, con lo que ha demostrado el gobernador de la provincia de Buenos Aires en estos años y antes como Ministro de Economía, será muy difícil que pueda revestirlo de aptitud, capacidad y honestidad intelectual. El otro monigote que tiene en mente es el obsecuente Wado de Pedro, una especie de Pablo González, con manejo remoto y respuesta inmediata.

Esta fotografía se repite en Santa Cruz, donde los simuladores provinciales, entre ellos Pablo Grasso, parecen no reconocer a la madre del borrego, pero si la señora levanta el teléfono, corren a su regazo a buscar "la bendición" y acatar las órdenes que les imparta.

Nada ha cambiado. La única duda que nos asiste es saber si la gente, a pesar de lo que vio y vivió con todos estos simuladores, va a caer una vez más en la misma trampa, porque de ser así, más que un presidente, necesitaremos un psiquiatra para que nos analice y nos atienda.