El pasado viernes 23 de Marzo publicó El País un breve reportaje firmado por Patricia Gosálvez sobre el “Cine Marvi”, un antiguo cine de barrio que está en venta. Para quien no lo haya conocido, poco o nada representará la historia de este local. En realidad un cine más, o menos, de los muchos que ofrecían en los barrios de Madrid sus programas dobles de reestrenos en sesión contínua.
La apertura en 1958 del cine “Marvi”, en la calle Cartagena casi esquina Avenida de America, desbancó a los que salpicaban la calle de López de Hoyos, el “Lopez de Hoyos” y el “Covadonga”. La novedad estuvo en que este cine fue el más moderno de su época en la Guindalera y la Prosperidad. Tenía programas dobles a diez pesetas y competia con el “Oraa”, con el “Silvela” y con los citados “Lopez de Hoyos” y “Covadonga”. El “Marvi”, proyectado por los arquitectos Felipe Heredero y Carlos Sobrini, se mantuvo como cine hasta 1980. Luego comenzó a funcionar como bingo -Sala América- hasta el año 2008 que cerró definitivamente. En los bajos del cine “Marvi” estaba la sala de fiestas “El Cisne Negro” que después se llamaría “Carnaval”.
Las viejas salas de cine han ido muriendo poco a poco. Comenzaron a languidecer en los ochenta y acabaron por reciclarse en bingos o discotecas. Los cines que mejor suerte tuvieron pudieron continuar su actividad transformados en locales multisalas, que era la moda en los noventa. Ya en los últimos años del siglo XXI, algunos de los multicines comenzaron también a tener problemas y cerraron. La presión de las grandes productoras norteamericanas, la falta de confianza en el cine nacional, los videoclubes, “internet” (las descargas “alegales” o “ilegales”, según quien) y, en definitiva, la falta de público, consiguieron que las salas acabasen por tirar la toalla. La reconversión de estos grandes locales se presentó en el cambio de uso, en forma de mega-tiendas dedicadas a la moda, supermercados, gimnasios o almacenes multimedia. Para entonces las salas más antiguas ubicadas en los barrios de ciudades y pueblos mostraban sus fachadas fantasmales deshechas por el paso del tiempo y el abandono.
Página del diario ABC con un texto publicitario sobre la inauguración del Cine “Marvi” y las empresas que participaron en sus instalaciones, publicado el 10 de Diciembre de 1958. Se hace mención a sus propietarios y promotores, los hermanos Mariano, Vitorino y Sotero Arranz, dueños de Estructuras Metálicas Arranz Hermanos.