Se vende imperio a buen precio

Publicado el 05 diciembre 2012 por Pepecahiers
En el año 193 d.C., 12.000 pretorianos muy descontentos con el emperador Pertinax  por el incumplimiento de ciertas promesas, enviaron a trescientos de sus mejores hombres para asesinarlo. Con tan sólo 86 días como gobernante no pudo hacer frente a tan preparados hombres de armas. Había accedido al poder tras el asesinato de Cómodo. Pertinax había prometido a los pretorianos una generosa cantidad si alcanzaba el poder, pero a pesar de haber dispuesto de los bienes de Cómodo, incluidas unas cuantas concubinas, parece que la cantidad no fue suficiente. Una vez asesinado, uno de los guardias lanzó una idea en apariencia descabellada, pero que al final se acepto de forma más o menos unánime. Debido al vacío de poder, se decidió subastar el imperio al mejor postor. Tal hecho sucedió el 28 de marzo del año 193 d.C. y a la puja se presentó el suegro de Pertinax, Tito Flavio, y el senador más rico de Roma, Didius Julianus, que, después de una encarnizada guerra de cifras, consiguió su objetivo tras pagar 300 millones de sertercios. Tan irregular forma de alcanzar el poder no gustó demasiado ni al pueblo ni a los militares, quienes terminaron por levantarse en armas contra Julianus, que a pesar de sus desesperadas medidas por salir indemne, terminó por ser asesinado por orden expresa del nuevo emperador, Septimio Severo, que había sido elegido por el Senado. El reinado surgido de aquella subasta fue efímero y sólo pudo mantenerse desde el 28 de marzo hasta el 1 de junio. Uno no puede más que llegar a pensar que, si un incumplimiento de promesas fue el detonante de esta forma de proceder, habrá que estar atento a los pretorianos de turno, por si se les antoja subastar algún que otro país en dificultades. ¡Ave Cesar!.