>Como ya hemos hablado varias veces, los cachorros tienen sus problemas de conducta y esto mismo puede ocurrir con los perros de edad avanzada. En muchos casos no es que ellos no entiendan las reglas o se vuelvan caprichosos, sino que no pueden seguirlas como años atrás. Hay una serie de alteraciones del comportamiento que son comunes a los perros
senior y, si las conocemos y aprendemos a manejarlas, resulta muy útil para mejorar la convivencia diaria.
- Ansiedad por separación: la ansiedad por separación es uno de los problemas de comportamiento más comunes observados en los perros mayores. Un perro que tiene ansiedad por separación se sentirá muy intranquilo cuando perciba que su dueño está a punto de salir o cuando se queda solo en casa. Puede desarrollar conductas destructivas, ladrar, aullar, orinar o defecar. Será también excesivamente efusivo cuando su dueño regresa.
Los perros mayores pueden tener una menor capacidad para hacer frente a los cambios en la rutina. La pérdida de visión o de audición puede volverlos más ansiosos, sobre todo cuando se separan de su propietario. Los cambios neurológicos pueden limitar también la capacidad del animal para adaptarse a cambios o nuevas circunstancias.
Algunas de las principales consideraciones en el tratamiento de la ansiedad por separación son:
- No repetir rutinas al salir o llegar a casa. No nos despidamos del perro ni lo saludemos efusivamente mientras esté ansioso, pues reforzaríamos su conducta.
- Enseñemos a nuestro perro a relajarse en una estancia segura para él, de manera paulatina.
- Cambiemos nuestras señales de salida, así el perro no anticipará reacciones de ansiedad.
- Recompensar al perro siempre que se mantenga en calma.
- Dejarle juguetes que le entretengan o le distraigan.
- Mantener un entorno relajante, con luz baja o música suave.
- Ejercitar nuestra paciencia, ¡no olvidemos que no lo hace por capricho!
- Aumentar la frecuencia de las salidas a la calle, aunque sean cortas. Los perros mayores, pueden tener que salir a la calle con más frecuencia para orinar y defecar. Darles la oportunidad para ello puede disminuir su ansiedad.
- Agresión: algunos perros mayores pueden llegar a ser agresivos. Esto puede ser debido a algún un problema médico como dolor (artrosis o enfermedad dental, por ejemplo), pérdida de visión o audición (esto favorece que el perro se asuste fácilmente). También por otros problemas como la falta de movilidad, pues el perro no puede evitar fácilmente los estímulos que le resulten molestos, o enfermedades neurológicas pueden provocar también que nuestro perro reaccione con agresividad
Debemos determinar siempre la causa que provoca tal comportamiento para instaurar un tratamiento correcto. - Orinar o defecar en casa: algunos perros mayores pueden comenzar a tener ‘accidentes’ de este tipo que pueden atender a múltiples motivos. Condiciones médicas que se traducen en un aumento de la frecuencia de la micción o la defecación pueden ser la causa subyacente de este problema de comportamiento. Estas condiciones incluyen: colitis, enfermedad inflamatoria intestinal, la diabetes mellitus, cálculos en la vejiga o infecciones, inflamación de la próstata, enfermedad de Cushing o de riñón, por ejemplo. También problemas de movilidad que dificulten la rutina diaria del perro pueden producir que resulte difícil para él desplazarse para hacer sus necesidades.
Como hemos apuntado anteriormente, debemos averiguar por qué el perro lleva a cabo estas conductas para solucionarlas adecuadamente. - Fobia al ruido: hay perros mayores se vuelven demasiado sensibles al ruido. La disfunción cognitiva, la inmovilidad que resulta en una incapacidad del perro para huir de la fuente del ruido, y la disminución del manejo del estrés pueden ser factores que contribuyen a la fobia al ruido.
Es importante identificar a qué ruidos el perro puede tener miedo. Pueden ser ruidos que nosotros podemos escuchar, tales como tormentas o bombas, pero recordemos que un perro puede oír frecuencias que el oído humano no puede percibir. Tratemos entonces de relacionar la conducta de fobia del perro con determinadas situaciones para procurar evitarlas. - Aumento de la vocalización: el estrés en un perro mayor puede traducirse en un aumento de los ladridos, gemidos o aullidos. Esto puede ocurrir durante la ansiedad por separación, como un medio para llamar la atención debido a la movilidad disminuida, o debido a la disfunción cognitiva.
La causa del aumento de la vocalización se debe identificar, si es posible, para adecuar el tratamiento que debemos aplicar. - Cambios en los patrones de sueño: algunos perros mayores pueden volverse inquietos por la noche y estar despiertos, pasear por casa, o vocalizar. El dolor, la necesidad de orinar o defecar más a menudo, la pérdida de la visión o la audición, cambios en el apetito, y las condiciones neurológicas pueden contribuir a este comportamiento.
No olvidar que si es un problema médico esta alteración de comportamiento debe ser tratada.
En ocasiones puede ser conveniente alojar al perro en una estancia alejada de nuestro dormitorio por la noche.
7-La disfunción cognitiva: se estima que aproximadamente el 65% de los perros mayores experimentarán al menos algunos de los siguientes síntomas, que podrían indicar que padece disfunción cognitiva canina:
- Confusión o desorientación. El perro puede perderse en su espacio habitual, o quedar atrapado en las esquinas o detrás de los muebles.
- Sobreestimulación y el estar despierto toda la noche, o un cambio en los patrones de sueño.
- Pérdida de conductas de higiene
- Nivel de actividad disminuida
- Disminución de la atención o mirada perdida
Una dieta rica en ácidos grasos omega3 ayuda a mejorar la evolución de la disfunción cognitiva en los perros mayores por su efecto protector del sistema nervioso.En resumen, muchos de los cambios de comportamiento que vemos en los perros viejos pueden ser debido a condiciones médicas. Si este está cambiando, es conveniente consultarlo con nuestro veterinario para que determine las causas que lo provocan e instaure un tratamiento que mejore su calidad de vida.