Una de las cosas que siempre llaman la atención de los más pequeños de la casa son los animales, así que en nuestro último viaje a la Costa del Sol decimos ir al acuario situado en Benalmádena. Recuerdo que lo visite hace un porrón de tiempo, como unos veinte años, cuando fue inaugurado, y me gustó mucho así que creímos que a nuestros pequeños también. Y no nos equivocamos, se lo pasaron estupendamente, las instalaciones aunque pequeñas comparadas con otros acuarios, están super bien aprovechadas y como no había mucha gente pudimos ir y venir sin a nuestro antojo (fuimos justo después de los Reyes).
Cuando entramos lo primero que llama nuestra atención es el tanque de las rayas. Existen varias especies, algunas más grandes que otras, y que está rodeado por la decoración de un barco pirata, otro encanto más que añadir para los niños. Pero no solo tenemos que conformarnos con verlas sino que por 2€ podemos hacernos con unos vasitos con comida para rayas, que no es otra cosa que unos 10 u 11 trocitos de calamar. Coge unos taburetes para que ellos lleguen mejor y a dar de comer a las rayas, toda una experiencia.
Una vez que arrancamos a los niños del barco pirata pasamos a una sala donde un trabajador nos explicará algunas curiosidades sobres los cangrejos ermitaños, estrellas y pepinos de mar. Ademas podrás cogerlos y tocarlos, todo un descubrimiento para ellos, que al principio se veían reacio a tocar esas cosas tan raras. Si se portan bien, que es siempre, le regalarán un globo con forma de animal, nosotros elegimos una tortuga y a Doris de Buscando a Nemo, también le podrán unos sellos de un cangrejo y un tiburón en cada mano... jajaja, no se puede pedir más.
En esta sala también puedes encontrar mesas y varios juegos como lápices de colores y plastilina para los más pequeños. Además existen talleres programados para el día como pintacaras.