Resulta curioso cómo se van encadenando conceptos… Y si unos post más abajo renegaba del concepto de autosuficiencia a las pocas semanas me las veo con el de vulnerabilidad. A priori, una sensación que nadie desearía, un sentimiento con connotaciones de debilidad y sufrimiento. Vivimos en la Esparta de las emociones. Somos unos tipos duros, con Humphrey Bogart y Bruce Willis bien cincelados en el imaginario colectivo. Los chicos no lloran y las chicas han dejado de hacerlo, en esa estúpida versión de la igualdad de sexos que propone empezar por lo negativo antes que en lo positivo.
Me ha impresionado mucho la charla de Brene Brown. Me ha recordado a alguien que yo era; con esa fe inquebrantable en el método científico, en la vara de medir. Probablemente sean los 20 minutos mejor empleados de esta semana.
Resumiendo lo que viene a decir: La socióloga se dedicó durante años a estudias el sentimiento de conexión como una de las características principales del ser humano. Y encontró que lo que más nos aleja de esa sensación no es un elemento externo sino la vergüenza, que procede de dentroy es la sustanciación del sentimiento de no ser lo suficientemente bueno. Esa vergüenza nos lleva a intentar ocultarnos, a no ser permeables con el otro. Y de ahí al aislamiento, un paso. El aceptar nuestra imperfección, recabar la valentía para mostrarnos tal cual somos, asumir nuestra vulnerabilidad es a juicio de la socióloga y al mío, un elemento clave en el desarrollo personal. Integrarse en el bando de aquellos que "estaban dispuestos a dejar de lado lo que pensaban que debían ser para ser quienes eran".
“Somos los adultos más endeudados, obesos, adultos y medicados de la historia de EEUU” Y Brown parece no albergar dudas de la causa.No se pueden adormecer las emociones selectivamente. Es o todas o ninguna. Las que nos impulsan hacía la grandeza tanto como las que nos arrastran al infierno. Esto parece ser así. Ya sospechaba yo que no era factible la neurocirugía parcial.Así que, una vez más, la elección es nuestra.