Este miércoles tuvo lugar un registro policial en las oficinas del bufete de abogados Díaz-Bastien & Truan por su presunta implicación en un delito de blanqueo de capital relacionado con el famoso actor escocés. Concretamente referido a la parcela llamada Malibú que Connery vendió en 1999 y que podría estar relacionada con una operación de dudosa legalidad referida a la recalificación de terrenos llevada a cabo por el ex alcalde Jesús Gil y Gil y el ex gerente de urbanismo municipal Juan Antonio Roca.
Según el diario El Mundo, el bufete de abogados negoció con los responsables municipales la recalificación del terreno y en su día la operación ya fue criticada por Carlos Fernández, portavoz de la PA y actual prófugo de la justicia por su implicación en el Caso Malaya. El propio intérprete manifestó su desacuerdo con la estrategia urbanística del antiguo edil lo que no evitó que percibiera cerca de 800 millones de las antiguas pesetas por la venta de los terrenos, que una vez recalificados fueron destinados a la construcción de un bloque de 70 apartamentos.
Vía El Mundo.