[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Tocar y grabar discos por el mero placer de hacerlo. Seasick Steve lo tiene claro: no anda en plan de sentar cátedra en nada ni acercarse al gusto de nadie. Su primitiva concepción del blues ha encandilado a legiones de seguidores, que han encontrado en su frescura y desparpajo una respuesta contundente al exceso de plástico en el panorama musical de la última década. Su más reciente lanzamiento, Sonic Soul Surfer, es el mejor catálogo del universo minimalista de Seasick Steve. Junto a su colaborador Dan Magnusson, el veterano guitarrista ha optado por sumarle registros a su visión básica del blues, llevando al límite las prestaciones de sus guitarras artesanales. Esta no es una producción para los acólitos de lo comercial. Es una vista a vuelo de pájaro de lo que se cocina en la granja del último bluesman auténtico.