Sebastián Cordero en el espacio: De viajes lunares, odiseas espaciales y Europa Report

Publicado el 23 junio 2015 por Iván Rodrigo Mendizábal @ivrodrigom

Por Nathalie Mena. Fotos: Soledad Rosales y Europa Report

(Publicado en la revista digital Clubes, s.f.)

Protagonizada por el actor sudafricano Sharlto Copley, Europa Report relata la historia de “Europa One”, una misión espacial internacional que se dirigía al cuarto satélite de Júpiter, para tratar de encontrar vida extraterrestre. Después de una catastrófica falla técnica que conduce a la pérdida de comunicación con la Tierra y la trágica muerte de un miembro de la tripulación, los astronautas que sobreviven deben superar los efectos físicos y psicológicos para sobrevivir.

Sebastián tiene un legado cinematográfico que, desde varias perspectivas, ha perfilado los dramas sociales. Sin duda, su nuevo film representa un claro giro en la producción que ha presentado hasta ahora. Inquietados por su incursión en el género de la ciencia ficción, conversamos con él acerca de su perspectiva, detrás de esta nueva creación.

¿Cuál fue tu primer encuentro con el cine de ciencia ficción?

Si tendría que identificar el primer momento donde me metí en la ciencia ficción posiblemente sería con “La Guerra de las Galaxias”. Cuando era adolescente, también me encantaba la serie de “La Dimensión Desconocida”, la original a blanco y negro. Esa fue una de las cosas que más me impactó para formarme como futuro cinéfilo y cineasta. La mayor conexión que tuve con la ciencia ficción fue más en literatura que en cine. Tuve una época en la que leía muchos cuentos de ciencia ficción, de autores como Arthur C. Clarke, Ray Bradbury, Isaac Asimov, Theodore Sturgeon y Philip K. Dick. En ese entonces ya me interesaba el mundo cinematográfico y yo quería hacer cine algún día, pero nunca pensé que eventualmente haría una película de ciencia ficción. En toda Latinoamérica han existido muy pocos casos de cine de ciencia ficción y no le vi mucho como una opción, pero cuando se dio la oportunidad de hacer esta película, que era algo totalmente distinto a lo que había hecho antes, fue súper atractiva la posibilidad.

¿En algún momento tuviste miedo a dar ese paso entre el cine que venías haciendo y el de ciencia ficción?

Sí, mucho y por varias razones. Por un lado la vara es muy alta en el tema de la ciencia ficción, hay varias “pelis” muy importantes. De hecho, desde el inicio del cine tenemos “El viaje a la luna” de Méliès, “La mujer en la luna” de Fritz Lang. En cada década tienes algo importante, y de ahí varias de las grandes obras maestras del cine como “2001: una Odisea del Espacio”, que yo creo que nunca será superada, bueno, ¿quién sabe? Entonces cuando te metes a contar una historia de ciencia ficción en el cine, eso sí te intimida un poco. Por otro lado, a  nivel personal, el hecho de que sea algo distinto a lo que yo había hecho antes, en vez de asustarme me seducía mucho. Con cada película he explorado terrenos y lenguajes distintos, pero esta era la oportunidad de realmente dar un giro gigante.

Una vez que diste ese gran giro, ¿Con qué aspectos nuevos te encontraste? ¿Qué cosas nuevas como director te sorprendieron?

Hay muchas cosas nuevas porque esta película tiene su propio lenguaje, está construida como un falso documental acerca de una misión al espacio y lo que estamos viendo en la pantalla son las imágenes que fueron captadas por las cámaras de monitoreo que estaban dentro de esta nave, eso automáticamente dicta una nueva gramática porque estás planteando utilizar material que supuestamente habría sido capturado de verdad, y son cámaras que están ahí para tener un récord de lo que sucedió en esa misión, pero que no deben moverse para poder contar la historia sin hacer trampa. Yo les dije “si estas son las reglas, vamos con ellas a tope, sin tratar de cambiar nada”. Esto te permite tener otras herramientas a las que tienes normalmente. Por ejemplo, durante la película suceden varias cosas en la nave y hay un deterioro de las cámaras, eso hace que cada una adquiera su propia personalidad, y que si hay algún daño en una de ellas, la tensión suba. Hay un momento donde se daña el sistema de enfoque de una cámara y de ahí en adelante, durante los 20 minutos restantes, esa cámara siempre va a estar desenfocada. Lo que eso te da a nivel de tensión, sobre todo con el personaje que va a estar interactuando más con esa cámara, es muy único y es algo que en otra película no se podría hacer.

¿Cuál es la mejor manera de hacer ciencia ficción sin opacar la trama del film?

Lo que te da la ciencia ficción es, por definición, una ficción basada en cosas que se cree que pueden suceder, ya sea algo futurista o un descubrimiento científico. La mejor ciencia ficción es la que está anclada en un realismo. Por ejemplo, uno de los mayores logros de “2001: una Odisea del Espacio”, es que está hecha de la manera más realista posible y, de hecho, cosas que están en la película (que fue hecha en los años 60) actualmente se mantienen reales, y es porque hubo una gran atención al detalle. Además, una película, sea cual sea su género, te está contando una historia, y es importante que ésta funcione en varios niveles. Es significativo que te enganche, que te identifiques con los personajes y que sobre todo se sienta real, que como público no te sientas traicionado o decepcionado por lo que estás viendo. Hay cosas que se muestran en “Europa Report” que no han sido vistas todavía. Hay momentos en la superficie de la luna de Europa, que a pesar de contar con el asesoramiento de científicos del más alto nivel en exploración espacial, son una interpretación de lo que ellos nos dijeron. Entonces, si me encantaría que, en un futuro, al ver las tomas del ser humano llegando realmente ahí, esta película si siga siendo relevante y tenga vigencia.

Acerca de la investigación científica que hiciste para esta película, ¿Cómo fue tu relación con el mundo del espacio?

Fue interesantísima porque es un mundo gigantesco y apasionante, donde hay gente haciendo un trabajo muy minucioso para lograr descubrimientos lejanos y grandes. Algo que me encantó desde un principio es que hubo mucha apertura de la gente con quien nos asesoramos, porque generalmente los científicos sienten la frustración de que la ciencia no está retratada correctamente en el cine. Los científicos de real vocación no quieren esconder nada, sienten que la ciencia debe ser compartida. Ellos están trabajando en proyectos que tal vez no van a ver concluidos, y eso también es fascinante. En esta comunidad hay mucha claridad en sentirse simplemente como una pieza de un engranaje gigantesco, de una maquinaria que finalmente va a llegar lejos. Es muy inspirador porque te pone las cosas en perspectiva.
El ser humano está tan preocupado en dejar una huella, y muchas veces esa huella, de manera muy sutil, puede ser parte de algo más grande. Es importante ver las cosas así para identificar las prioridades, y la película trata justamente sobre eso, lo que uno está dispuesto a sacrificar para un gran descubrimiento, para un avance en la historia de la humanidad.

¿Cuál es tu huella como cineasta? ¿Es el cine en general, una película que ya hiciste o una que estás por hacer?

Yo creo que con cada película se va dejando una huella, algunas dejarán mayores que otras, es difícil definir cuáles y por qué, de repente pasa el tiempo, las cosas cambian y se dan la vuelta. Espero que la huella más grande esté por darse, ojalá, pero quién sabe.


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