Querido lectores, hoy toca descubrir los secretos de otro famoso embajador: el veneciano Sebastiano Giustiniani (1459-1542), en activo en la corte de Enrique VIII entre los años 1515 y 1519. Tenemos suerte de que perduren en el tiempo sus curiosos relatos y descripciones que no pasan desapercibidos a nadie, y como todo diplomático que se precie, no tenía pelos en la lengua....
En esos cuatro años que Sebastiano Giustiniani permaneció en territorio inglés se contabilizan 226 cartas dirigidas a su señor, el Dux de Venecia Leonardo Loredan.
Carpaccio, Vittore: "La llegada de los embajadores ingleses", Año 1498, Gallerie dell'Accademia de Venecia
Hoy transcribimos una misiva fechada en 1519, en la cual hace alusión al propio Enrique VIII, a la reina Catalina de Aragón y al cardenal Thomas Wolsey:
Su Majestad tiene veinte y nueve años y es extremadamente guapo; la naturaleza no podría haber hecho más por él. Es mucho más guapo que cualquier otro soberano de la Cristiandad; incluso mucho más guapo que el rey de Francia; de piel muy clara, y todo su cuerpo admirablemente proporcionado. Al enterarse de que Francisco I llevaba una barba, él dejó que la suya creciese, y como es de color rojizo, ahora tiene una barba que parece oro. El monarca posee muchas habilidades, es un buen músico, compone bien, es un hábil jinete, diestro en las justas, habla bien francés, latín y español; es muy religioso, oye tres misas al día cuando caza, y a veces cinco en según que días. En la recámara de la reina oye los oficios todos los días, es decir, vísperas y completas.
Es muy aficionado a la caza. Cuando un caballo se cansa se monta en otro, y antes de que llegué a casa, están ya todos los animales agotados. Le encanta jugar al tenis. Cuando juega, su piel clara brilla a través de una camisa de fina textura. El rey apuesta con los rehenes franceses, ocasionalmente se dice, por la cantidad de seis mil hasta ocho mil ducados en un día.
Es afable y cortés, no perjudica a nadie, no codicia los bienes de su prójimo, y está satisfecho con sus propios dominios, habiéndomelo dicho a menudo "Señor embajador, queremos que todos los soberanos estén contentos con sus propios territorios; nosotros estamos satisfechos con nuestras islas." Parece muy deseoso de paz.
Es muy rico. Su padre le dejó diez millones en oro, del que se supone que habría gastado la mitad en la contienda contra Francia. al haber tenido tres armadas de a pie: una que cruzó el canal con él, otra que estuvo en la campo de batalla contra Escocia y una tercera permaneció de reserva junto a la reina.
La reina es la hermana de la madre del rey de España, ahora llamado el Rey de los Romanos. Tiene treinta y cinco años y no es bonita, aunque tiene una muy hermosa tez. Es religiosa y tan virtuosa como las palabras pueden expresar. Yo la he visto, pero pocas veces.
El cardenal de York es de origen humilde, y tiene dos hermanos, uno de los cuales ejerce un beneficio sin título y el otro lleva las riendas de su fortuna. El cardenal gobierna el rey y todo el reino. Cuando llegué a Inglaterra, solía decirme "Su Majestad va a hacer esto y lo otro". Posteriormente, poco a poco, se olvidó de sí mismo, y comenzó diciendo: "Vamos a hacer esto y lo otro." En el momento presente ha llegado a un punto que dice "Voy a hacer esto y lo otro." Tiene cerca de cuarenta y seis años, muy guapo, ilustrado, sumamente elocuente, muy capaz y infatigable.
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Bibliografía:
Giustiniani, Sebastiano: Selection of Despatches Written by the Venetian Ambassador, Sebastian Giustinian, and Addressed to the Signory of Venice, January 12th, 1515, to July 26th, 1519, Rawdon Lubbock Brown, 2013.
http://rbsche.people.wm.edu/H111_doc_dispacci.html
http://www.wikipaintings.org/en/vittore-carpaccio/the-arrival-of-the-english-ambassadors-1498#supersized-artistPaintings-248986