La pantalla sigue señalando que usted está en el canal de información 24 horas CNN+, pero las imágenes son de los concursantes de Gran Hermano bañándose en un jacuzzi rebosante de caspa.
Donde estuvo aquella cadena progresista de la izquierda aburguesada, bien vestida, mejor hablada, parcial pero educada, se empieza el año con los frikis que son la enseña de la España actual.
Sin nada útil que hacer, quizás porque no hay trabajo, le enseñan a millones de personas a emplear las 24 horas de cada día fabricando seborrea, y practicando sexo y juegos para una inteligencia de cero puntos IQ.
La venta de CNN+ a Telecinco, que también adquirió la cadena de calidad de PRISA, Cuatro, es más que una operación comercial: simboliza el cambio social e intelectual, incluso moral, de España.
Se acabó la presunción de la izquierda como divulgara cultural, multiplicadora del saber y del raciocinio. Adiós Polanco, hola Berlusconi: como el populacho es irrecuperable y quiere embrutecerse, embrutezcámoslo.
La cultura, los investigadores, los catedráticos, los sabios, los grandes escritores se van a los medios de la derecha, mientras que los de izquierdas que antes presumían de ser sus únicos divulgadores dedican sus mejores portadas a Belén Esteban, como acaba de hacer El País Dominical.
Inimaginable hace una o dos décadas, cuando esos suplementos eran los misales de todos los sobacos ilustrados, que alardeaban de estudiar allí artículos firmados por figuras internacionales de todas las ramas.
Hoy, el espacio se destina a esa señora, y la mitad del papel restante presenta como alta cultura la alta costura y el diseño de ropa interior.
Todo está volviéndose Telecinco, cadena dentro de la cual destaca como modelo a imitar por todos nosotros su estrella Jorge Javier Vázquez, presumiendo de gay, que es lo más guay.
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Aprovecho una antigua tira de SALAS para proponer un guión con héroe español en las cadenas de Berlusconi.