Ante la gran cantidad de excedentes de tomates cherry que tengo en esta época del año y siendo imposible su consumo en casa, he optado por realizar este proceso para poderlo consumirlos en los próximos meses. Se trata del secado y posterior conservación en tarros con aceite de oliva. Paso a exponer todo el procedimiento a realizar para obtener este exquisito manjar.
El tomate tiene innumerables formas de consumo, unas mas habituales y otras menos, llegando estas incluso a ser desconocidas por muchos. A una de las formas menos usuales voy a dedicar este comentario. Consiste en secar el tomate para conseguir una buena conservación y disponer de los mismos cuando se nos apetezca.
Ante la gran cantidad de excedentes de tomates cherry que tengo en esta época del año y siendo imposible su consumo en casa, he optado por realizar este proceso para poderlo consumirlos en los próximos meses. Se trata del secado y posterior conservación en tarros con aceite de oliva. Paso a exponer todo el procedimiento a realizar para obtener este exquisito manjar.
Todo este proceso, se inicia con la recolección de los tomates de las matas. Se lavan bien con agua potable y se elimina los tomates que tengo alguna deficiencia o no estén en buenas condiciones para su utilización.
Se prepara el lugar donde se van a poner para su secado. He utilizado una zaranda, que tras su limpiado a fondo, le he colocado uno papeles absorbente de cocina para depositarlos sobre el mismo y que absorba el jugo que suelten.
Se procede al corte por la mitad de los tomates, depositándolos sobre la superficie preparada para ello, con el corte hacia arriba, para que reciba los rayos del sol directo y su secado sea mas rápido.
Una vez terminado el proceso de corte y colocado sobre la zaranda, se coloca una malla para impedir que los insectos puedan llegar a ellos. Y se colocan en una zona que sea lo más soleada posible.
Como en esta época del año, las temperaturas máximas en mi zona sobrepasan ampliamente los 30º y al ser tomates cherry de pequeño tamaño, en cuatro o cinco días están totalmente secos.
Se recogen del lugar de su secado y se depositan en un plato o recipiente para realizar la siguiente fase del proceso.
Se prepara una condimentación a gusto del consumidor. En mi caso, los he preparado de varias formas, utilizando varios condimentos como son ajos, orégano, romero, tomillo, guindilla o laurel.
El tarro que se va utilizar, se debe de hervir para su total esterilización y una ver enfriado y totalmente seco, ya se puede introducir todos sus ingredientes.
Se introduce los tomates secos, junto a la condimentación que se quiera añadir. Una vez lleno, se vierte el aceite de oliva hasta que los cubra totalmente. De esta forma, el tomate se conserva bastante tiempo y mantiene intacto su sabor.
Ya tenemos preparados esta exquisitez que tiene innumerables formas de preparación para su consumo. Una de mis preferidas es poner sobre rebanada pequeñas de pan tostado, un trozo de queso fresco y sobre este, un trozo de anchoa y un tomatito seco en aceite.
Hasta aquí, este comentario sobre otra de las formas de mantener los tomates para su consumo en casa, durante el resto del año.
Un cordial saludo. Antonio
Ante la gran cantidad de excedentes de tomates cherry que tengo en esta época del año y siendo imposible su consumo en casa, he optado por realizar este proceso para poderlo consumirlos en los próximos meses. Se trata del secado y posterior conservación en tarros con aceite de oliva. Paso a exponer todo el procedimiento a realizar para obtener este exquisito manjar.