Editorial: Bruño
Autora: Sophie Jordan
Género: Fantasía/Juvenil
Páginas: 383
Precio: 12 €
En Firelight: Alma de fuego, nos encontramos con una historia juvenil centrada en una raza de dragones que vive en clanes, alejados de la civilización, para evitar ser descubiertos por un grupo de cazadores que sabe de su existencia.
Ante todo, para poder disfrutar de este libro hay que tener en cuenta el público al que va dirigido; ya que, si estáis acostumbrado al género más puro de la Fantasía, echaréis muchas cosas en falta. Aun así, para un público juvenil creo que cumple perfectamente su cometido, aunque pienso que hay detalles en el estilo de la autora que se podrían mejorar.
Dejando a un lado la condición de draki de nuestra protagonista, la verdad es que la trama no difiere mucho del resto de novelas juveniles: chica entra a un nuevo instituto, el chico más popular se fija en ella y obstáculos para que todo llegue a un final feliz. Lo que le da el punto diferente a esta historia es lo que vamos conociendo sobre la raza de Jacinda y los secretos que esconde el apuesto galán (aunque a nosotros se nos develan con demasiada prontitud). Y, sobre todo, el carácter de nuestra protagonista: una chica rebelde que se niega a vivir bajo las reglas de su clan.
El estilo de la autora es sencillo y se lee con agilidad; incluye bastantes diálogos que le dan más dinamismo a la lectura. Pero, para mi gusto, en ocasiones ha resultado algo insulsa… cosa que achaco principalmente a mi debilidad por la Fantasía más enfocada a un público adulto. Me han faltado descripciones en los momentos de acción, que consiguieran transmitirme la majestuosidad de los dragones en todo su esplendor. Pero, como decía, nos encontramos ante una novela juvenil y no se puede pedir más. Creo que puede ser un buen reclamo para que alguno de sus lectores pueda interesarse por historias más completas del género.
En definitiva, en Firelight encontraremos luchas entre clanes, historias de amor imposibles, secretos, algunos toques de humor e, incluso, la autora se atreve a meter alguna escena de sexo. Sí, lo remarco, porque me asombra que siga siendo un tema tabú en libros que van dirigidos a una edad en la que las jovencitas ya están curadas de espantos… pero esto sería un tema aparte.
Es, sobre todo, un libro para pasar un rato entretenido sin buscar grandes escenas que marquen nuestra lectura. Tengo la esperanza de que, en su continuación, la autora nos brinde mucha más acción; tal y como termina este, es lo mínimo que se puede esperar.
*Agradecimientos a Bruño por su colaboración.