Autor: Ignacio Sanz
Ilustraciones: Noemí Villamuza
Editorial: Narval
Páginas: 32
Precio: 15 €
«Un día que había amanecido nevando, Alejandro, al pasar por delante de la casona, se llevó un buen susto porque, siguiendo con su costumbre, hizo unas bolas de nieve, pero cuando las fue a lanzar vio que el ángel no estaba en la fachada.
Allí, sobre la piedra, quedaba la señal del hueco que había dejado su cuerpo, pero el ángel había desaparecido».
El amor por la lectura hay que cultivarlo desde la más tierna infancia. Por eso, libros como este son la herramienta perfecta para acostumbrar a los niños a las maravillas que se esconden en el interior de sus páginas.
Un ángel travieso cuenta una historia sencilla, con un lenguaje adecuado a la edad que va dirigido. Esconde una moraleja en sus páginas, que tal vez los más pequeños no comprendan al principio, pero seguro que con la ayuda de más historias como esta servirá para concienciarlos del respeto por todo aquello que nos rodea.
Además, mientras cuenta a los niños como el rumor de que el ángel ha desaparecido pasa de boca en boca, les ayuda a hacer un ejercicio de memoria recordando el nombre de todos los personajes que han recibido la alerta de la desaparición. Si interactuamos con los más pequeños durante la lectura, seguro que les haremos pasar un buen rato a la vez que conseguimos que retengan varios datos en su cabecita.
El texto, corre a cargo de Ignacio Sanz: licenciado en Sociología y autor de varias obras literarias. Y las ilustraciones, son creación de Noemí Villamurza: licenciada en Bellas Artes y ganadora de varios premios de ilustración.
Seguro que tenéis niños en vuestro entorno a los que este libro les encantará. Y, como ya he dicho alguna ocasión, si podéis compartir con ellos de la lectura no dudéis en hacerlo. La literatura, en compañía, es un lujo que no todos pueden disfrutar.