La realización de la grabación del concierto está presentada en cada corte con lo que podríamos denominar como las bambalinas de los ensayos y la preparación del gran día, y entre canción y canción, vemos detalles e instantes de cómo se ha ido gestando este disco. 15, es sin duda, la constatación de que Second están llamados a ser más grandes, porque no hace falta sino escuchar El eterno aspirante (el único tema nuevo del disco) para darnos cuenta de la gran madurez como letrista de la mejor voz del pop español, porque Sean Frutos está tocado por la varita mágica de la inspiración más arrebatadora, y en El eterno aspirante nos regala una letra enigmática, envolvente y única que transforma una gran canción en esencial. Por lo escuchado, tras esa canción podemos estar esperanzados a la hora de por dónde van a ir los nuevos sonidos de Second porque sin duda prometen altas dosis de la mejor música posible.
La introducción de la secciones de cuerda y de viento, hacen brillar sobremanera a unos temas brillantes de por sí, y es digna de destacar la coordinación de las cuerdas de los violines que compiten en ímpetu, fuerza y arrojo con las cuerdas de las guitarras y el bajo de Jorge, Nando y Javi, y sencillamente hay que decir que están sublimes, lo que dicho de paso, no nos extraña que grupos como Vetusta Morla tire de ellos a la hora de explorar nuevos sonidos en directo.
Con Demasiado Soñadores sigue esa fuerza innata en las composiciones de Second, y la canción suena a música celestial y se comporta como una extraordinaria demostración de la madurez del grupo, que ha conseguido darle a este tema una contundencia y una congruencia que para nada tenía la primera vez que los escuchamos en la Sala Joy Eslava como adelanto de lo que hasta la fecha era su último lp, ¡chapó!; y que le sirve al grupo para caer rendidos ante la mística sonora de Muérdeme, una de sus grandes canciones que en 15 suena inigualable, con una perfecta y mágica combinación entre las cuerdas de los violines y las guitarras, que le proporcionan un final apoteósico y que le da un vigor especial, como especial es este delirio sonoro llamado Muérdeme, que en el disco se enlaza con Psicopático (digo esto, porque el orden de las canciones en el CD y en el DVD es diferente) con uno solos de guitarras inmaculados, que se transforman a la perfección en un shock psicopático, con Sean como maestro de ceremonias y un Jorge Guirao sublime a la hora de dar la chispa necesaria a este pogo moderno.
La versión de Rincón Exquisito gana en intensidad con respecto a la que conocíamos, y en donde una vez más los violines se consolidan como grandes protagonistas de este sonido brillante y único de Los Cinco de Murcia. Este espléndido preámbulo es el que les sirve para presentarnos el ya comentado El eterno aspirante, magnífica canción, donde Second recrea con maestría esos nuevos espacios musicales que nos dejan con ganas de más, porque esta canción tiene el simbolismo de un sol naciente que de repente se colorea con una capa rojo pasión que nos derrite. Con A las 10, Second inicia lo que podríamos denominar como set acústico, en el que de nuevo nos deleitan con nuevos matices y notas que no sabíamos que existían y que en Más suerte se convierten en un penetrante viento romántico con ecos de un tango moderno, acústico y melancólico que consiguen hacerla muy especial, hasta caer en ese blanco y negro de las imágenes de N.A.D.A, tema bandera que aquí suena más pausado, pero no menos intenso.
Behind the pose es una vuelta a sus orígenes y al inglés, y donde el sonido se transforma con claros matices anglosajones plenos de fuerza e intensidad, que se torna en una luna pasajera y caprichosa en la psicodélica Watching the moon, donde un ojo de halcón nos muestra la buena relación que Sean mantiene con el micrófono al que permanece pegado durante todo el concierto, como si fuera el único asidero al que agarrarse en el delirium tremens sonoro y musical que interpreta a las mil maravillas. Igual de impecables que se muestran en los medios tiempos, se postulan en la intensidad de Autodestructivos, que de paso les sirve para interactuar con un público entregado y embelesado por lo que ven y oyen (elegante y acertada escenografía) y que sin duda es la pieza perfecta para encarar el sprint final con Invisible y la ya mítica Rodamos.
Por lo visto y oído, podemos decir que los eternos aspirantes se han coronado como los nuevos reyes del panorama musical español. A lo que nosotros sólo podemos añadir, ¡felicidades!
Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.