Director: Alfred Hitchcock
"Secret Agent" es otro de esos thrillers de espionaje que Hitchcock realizó durante los treinta, en su tierra natal. Supongo que puede decirse que estamos ante un thriller correcto, correctamente manufacturado, pero... pero a mí no me ha convencido nada, más allá de los destellos de calidad que Hitchcock siempre insufla a todas sus producciones, aunque a veces, como ahora, no pueda salvar un mediocre guión, escrito por su regular de entonces, Charles Bennett, de esos guionistas que te salen con algo bueno, brillante incluso, y de pronto te salen con algo pobre, anodino, inocuo, intrascendente. Me parece una película blanda, simple y hasta pueril en todo, en su premisa, en su desarrollo, en su desenlace... Tampoco cuenta nada nuevo y cae en serias incongruencias narrativas y argumentales. El asunto comienza con un soldado y escritor británico que, luego de morir (muerte falsa por supuesto), recibe la orden de ir a un hotel en Suiza para capturar a un espía que trabaja para los alemanes, a quienes les entregará importante información en Constantinopla, a donde partirá en tren dentro de dos o tres días. A mí me parece que los ingleses saben bastante ya sin la ayuda del escritor-soldado, pero bueno, la cosa es que para Suiza parte, en compañía de un Peter Lorre que es como Hitchock con esta película, es decir, le entrega todo su carisma y calidad de actor a un personaje bastante ridículo que, al parecer, era el escape cómico del film. Allá se encuentra con otra espía cuyo trabajo es actuar como la esposa del protagonista, y bueno, la búsqueda no tiene mucho brillo, mucha tensión, mucho suspenso, a pesar de la habilidad de Hitchcock con la cámara, el espacio y el tiempo. Es bonita la secuencia con el perro, eso sí, hasta me dio un poco de pena. Casi lo olvido, lo que más me irritó: que los jefes del protagonista supieran más que él mismo, es verdaderamente increíble, para qué enviar a alguien a terreno si ya tienes toda la información que necesitas. No le creo nada a este argumento, es inverosímil e inconexo, y poco puede hacer Hitchcock por salvarlo, menos los personajes, los actores, que, salvo los desaprovechados Peter Lorre y Madeleine Carroll, carecen de personalidad, de carisma, de entidad. Cuál es el secreto del espía villano, cómo sabían qué tren iba a tomar, no... Imposible tomarse en serio una trama tan repleta de agujeros y lagunas. No importa mucho que no se entienda, el problema real es que jamás logra justificar su existencia, justificar qué se está contando, relatando, narrando, dónde se ubica el foco y/o interés dramático... Todo parece como una débil sucesión de acontecimientos sin brillo ni peso alguno, todo parece impostado, creo que ni los actores se creen las relaciones entre sus personajes, como si una espía profesional se fuese a enamorar del primer pelafustán que se cruza en su camino, miren que la falsa esposa se enamora de verdad del protagonista y este también se enamora de ella y bah, qué burdo todo. Burda mezcla de intriga/espionaje con comedia romántica. Ni como entretenimiento me convenció y para qué hacer esto si ya se hizo mejor, con más solidez e integridad, en "El hombre que sabía demasiado" y "Los 39 escalones".
Nosotros seguiremos viéndolo todo, no se preocupen.
Este maldito calor me está friendo el cerebro...