La Secretaría de Salud de San Luis Potosí ha ocultado la información referente a todos los gastos realizados desde enero del 2020 hasta la fecha, a pesar de que ya existe una queja formal presentada ante la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública para que se haga cumplir con lo estipulado en el Artículo 84, fracción IV, inciso B, de la Ley de Transparencia.
Esta Secretaría, dirigida por la “presunta” corrupta Mónica Liliana Rangel Martínez, se encuentra cubierta de lodo en su totalidad, así que no es totalmente sorprendente que se esté resistiendo tanto en transparentar sus procesos de adquisición. En cada uno de los 6 meses pasados, el archivo que debería contener los detalles de los egresos de la dependencia (monto, beneficiario, concepto, banco) no abre correctamente; tan sólo aparece un mensaje que lee «no se genera».
En cuanto a junio, se deslindaron de su obligación con el siguiente texto: Derivado de la ampliación del plazo establecido por el ente competente para la entrega de la información contable, presupuestal, programática y anexos correspondientes del ejercicio 2020 de esta Dependencia, se informa que se está en elaboración, el periodo que se informa. Por lo anterior, una vez que el acto administrativo se encuentre formalizado, se estará en posibilidad de reportar de manera inmediata los formatos IV-A, IV-B, XXVI-A, XXVI-B, XXVII, XXXVII-A, XXXVII-B y L-A referentes a las Obligaciones de Transparencia Comunes establecidas en el artículo 84 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de San Luis Potosí.
Ya es bien sabido que durante abril esta institución gubernamental realizó compras sin licitación que suman más de 200 millones de pesos, y aunque se le han solicitado varios informes sobre sus gastos, simplemente inventan una sarta de excusas y pretextos meramente ridículos para así negarse a entregar dicha información que debe ser totalmente pública y accesible a la ciudadanía, por lo que queda claro que en esta dependencia reina la ilegalidad.