Hoy, viendo lo ya andado y visionado por Tesla y por Einstein en el siglo pasado y teniendo en cuenta la evolución insostenible de la humanidad, pienso que deberíamos dejar descansar a la Madre Tierra, suavizando todo lo posible su explotación y, en contra de la tendencia actual, ir eliminando todo lo posible los campos electromagnéticos artificiales que contaminan el éter, para interconectar las telecomunicaciones y para obtener fuentes de energía planetarias limpias.
El único punto en el que coinciden los dos científicos pioneros del siglo XX, Tesla y Einstein, cada uno en su área, es en poner sus ojos en el espacio exterior.
Por lo demás, en nada coincidieron pues Tesla fue muy crítico con Einstein: no admitía su teoría de la relatividad ni su fórmula E=mc2, pues decía que había velocidades más rápidas aún que la de la luz. Una historia de desencuentros.
Me pregunto cuántos avances científicos hubiera visto la humanidad si ambos hubieran aunado sus saberes e ideas magníficas.
Seguro que en unas décadas, o quién sabe, puede que en esta misma década de los años 20 que ha comenzado tan llena de eventos planetarios extraordinarios, cuando los que tienen el poder mundial quieran, nos descubran a la humanidad que se reciben señales desde el espacio. ¿Quién sabe?
Puede que el futuro de la energía no esté en nuestro suelo, sino en el espacio exterior, o en la capa atmosférica donde comienza a ejercer su efecto esa fuerza descomunal que es el campo gravitatorio que rodea la Tierra, y que sea ahí donde se trabaje y se coloquen los generadores de energía del futuro.
Tal vez veamos antes reflectores solares espaciales gigantes, que recojan directamente los rayos solares y reflejen hasta la Tierra la energía concentrada hasta los receptores situados en nuestro suelo.
En fin, quién sabe lo que nos deparará el futuro.
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En la sección Secretos del Futuro, voy depositando todas esas ideas locas y visionarias que se me van ocurriendo, que sirvan de entretenimiento y, quien sabe, tal vez, en un futuro, puedan ser también la base para una realidad beneficiosa para la humanidad.
Las visiones de hoy son la realidad del mañana.