Secretos del Arenal (Félix G. Modroño)

Publicado el 11 noviembre 2014 por Montse @almaprendida
Datos técnicosTítulo: Secretos del ArenalAutor: Félix G. ModroñoEditorial: AlgaidaPrimera edición: Octubre de 2.014
SinopsisEl destino entrelazado de dos mujeres, en dos ciudades y dos épocas diferentes.El voluptuoso mundo del vino ha unido a Silvia y Mateo en una relación tan intermitente como apasionada, donde nunca hay preguntas ni tampoco respuestas. Pero ella sigue atormentada por el dolor de hace muchos años: en 1989 el cadáver de su hermana mayor apareció en el monte Artxanda, salvajemente mutilado, y desde entonces el asesino sigue libre, sin que las investigaciones, primero de la Policía Nacional, y luego de la Ertzaintza, hayan logrado sustanciales avances. Un día, Mateo recibe el correo electrónico de una desconocida que le propone leer la novela Secretos del Arenal: una historia de intrigas, venganza y supervivencia situada en la Sevilla de postguerra, una ciudad acosada por el hambre, la miseria y la represión política. Mateo no sabe que es la propia Silvia quien le manda ese correo, y por supuesto desconoce qué claves se esconden tras las lectura de esa novela. En la más reciente novela de Félix G. Modroño, galardonada con el XLVI Premio Ateneo de Sevilla, el destino parece entretejer las historias de dos mujeres, en dos ciudades diferentes separadas por más de mil kilómetros y con casi medio siglo de diferencia. Quizás el Arenal, el de Bilbao o el de Sevilla, aún oculte las claves de un misterio nunca resuelto, y quizás un libro contenga las repuestas a las preguntas que nunca se formularon.
AutorFélix G. Modroño es un escritor vizcaíno, afincado en Sevilla.
Tras publicar Villalpando, paisajes y rincones (2002), en homenaje al pueblo zamorano de sus padres, se animó a emprender la aventura de su primera novela, La sangre de los crucificados (2007), protagonizada por el doctor Zúñiga, un peculiar investigador del siglo XVII, que también sería el personaje central de su siguiente obra: Muerte dulce (2009).
Con La ciudad de los ojos grises (2012) cosechó un gran éxito de ventas y el reconocimiento de los lectores. Secretos del Arenal ha obtenido el XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla.
Opinión personalA pesar de que las obras con dos hilos argumentales que se desarrollan en épocas distintas y que ocultan secretos me pierden, no entraba en mis planes leer esta novela ahora. Mi cabeza no está para este tipo de historias. Necesito cosas muy ligeras y si es posible que no me hagan pensar, que me dejen en electroencefalograma plano y que me metan en narraciones que me absorban por completo y me evadan de la realidad completamente.Pero vi una foto del autor en Facebook en la que me identifiqué tanto con él y me llegó tan adentro que me fui a mi tienda virtual favorita, la compré y me puse a leer. Y no me arrepiento, porque aunque no es una historia como las que demando últimamente, me subyugó y me fascinó tanto la vida de Olalla que me olvidé durante unas horas de la mía.Lo primero, y fundamental, aunque ya lo hecho privadamente, es darle las gracias al autor por el guiño. Ansiaba que me pasara algo bueno en estos momentos y consiguió emocionarme. No me extraña, Félix, que seas uno de los escritores más queridos por los lectores: te relacionas con ellos y no se te ha subido a la cabeza ser ya un grande. Es lo que tenéis los sevillanos de Bilbao.Eso y que sois capaces de escribir una novela que se convierte en la mejor del año escrita en castellano según los lectores y cuando crees que la siguiente, como mucho, a lo mejor consigue estar a la altura, te descuelgas con un NOVELÓN, sí así, con mayúsculas, en negrita, subrayado y con letra extragrande, porque es de los que no se olvidan y que se quedan contigo para siempre, de los que puedes recomendar a cualquier tipo de lector, sin temor a equivocarte, porque sabes que acertarás.Desde que leí por primera vez "El Quijote" (sí, por primera vez, porque lo he leído cuatro, soy de esa generación en la que era lectura obligatoria en 2° y en 3º de BUP y en COU, y por si era poco lo tuve que releer en una asignatura de la carrera), me vuelve loca una novela dentro de otra novela. Porque esto es "Secretos del Arenal" el título de una novela con su principio y su fin, dentro de los "Secretos del Arenal" que ha escrito Félix.La portada es de las más bonitas que he visto en años, por su originalidad y porque esas dos medias caras femeninas llaman inmediatamente la atención y nos hacen preguntarnos que relación habrá entre ellas.Como ya he mencionado, el título del libro es el mismo de la novela que aparece en su interior, y el Arenal es un barrio de Sevilla, pero también uno de Bilbao.Estructurada en capítulos numerados (en números arábigos los de la parte presente y en romanos la parte dedicada al libro), subdivididos a su vez en otros capítulos, la novela, como ya he adelantado, se desarrolla en Sevilla en los años 40 y en Bilbao en la actualidad.Utilizando a Silvia como narrador personaje en la parte presente y usando la tercera persona de un narrador omnisciente para la pasada (la novela), siguiendo un hilo cronológico discontinuo en la parte actual y lineal en la sevillana, la trama está muy bien construida, consiguiendo ensamblar perfectamente las dos historias, que en principio no parecen tener ninguna relación aparente, en un todo coherente, compacto y lógico.Los cortes entre ambas partes no son abruptos y el empleo de una grafía diferente en la numeración hace aún más sencilla la transición de un período a otro.Y aunque es muy difícil que ambas historias estén equilibradas, Modroño lo ha conseguido con facilidad, porque que a mí me haya gustado más una que la otra no quiere decir que esa sea superior en intensidad. Las dos están parejas, algo casi imposible de conseguir.Con una prosa cuidada, sin florituras, sensorial en ocasiones, concisa y dura en otras, según la escena narrada, la obra es, fundamentalmente, un himno a los sentidos: al gusto, con la comida, al olfato, con el vino, al tacto, con el erotismo y la sensualidad de algunas escenas, al oído, con la banda sonora de la novela, y a la vista, con todas las obras literarias y las películas que aparecen.El ritmo es ágil, porque en esta obra hay varias intrigas, que iremos descubriendo poco a poco, algunas de las cuales nos dejan ojipláticos y boquiabiertos.Los personajes muy complejos, sin maniqueísmos, todos con sus luces y sus sombras. Me ha gustado más el de Olalla que el de Silvia, posiblemente porque he conseguido empatizar más con la historia de la sevillana que con la de la bilbaína, y aunque esta última parezca una "vivalavirgen" por su forma tan poco convencional de entender la pareja, tiene detrás un pasado muy muy duro. Respecto a los masculinos, siempre he preferido a una mala malísima, pero aquí, el autor ha bordado el del antagonista malo peor, de esos que te revuelven las tripas. Los secundarios magistrales también, aunque me atrevería a decir que aquí nadie es una comparsa, que todos son importantes en el desarrollo de la acción. Los escenarios y ambientes muy bien logrados: he paseado con facilidad por las calles de Sevilla de la mano de Olalla y de las bilbaínas con Silvia. Me ha llamado la atención que haga un guiño a su novela anterior, refiriéndose a la ciudad norteña como "la ciudad de los ojos grises". El trasfondo histórico de la posguerra muy bien documentado. El desenlace sorprendente e impactante, redondo, acorde con toda la obra. Bajo mi punto de vista sublime, porque no hay nada que me guste más que una buena... Y en este caso hay dos. Los puntos suspensivos los tenéis que averiguar vosotros, y os garantizo que no os vais a arrepentir.¿Qué relación existe entre Olalla, Silvia y una novela? No te quedes con la duda y descubre todos los secretos de este NOVELÓN, porque tiene muchos.
Para terminar quería hacer una puntualización: no es que esté teniendo mucha suerte con las novelas que leo (y menos en este caso, que iba sobre seguro). Es que me cuesta muchísimo reseñar últimamente y no me apetece hacer ninguna reseña de un libro cuya nota esté por debajo de 9.
Valoración: 10
Leído el 5 de Noviembre de 2.014

Montse Martín