Secuestrado por los bandoleros de Villamartín

Publicado el 30 marzo 2015 por Franky
Villamartín (Cádiz) es el pueblo donde nací. Una de las iniciativas y valores mas originales de mi pueblo es el equipo de "Bandoleros Tours", una atracción de calidad que se dedica a falsos secuestros de turistas, a los que apresan y despues agasajan con canciones del flamenco campestre y comidas suculentas en los montes agrestes. --- Pero las cosas, con esto de la crisis, no marchan del todo bien y no son muchos los grupos de empresa y excursiones que contratan el magnífico e inolvidable "secuestro" bandolero.

He conversado con Juan Luis Moreno, director del grupo de "Bandoleros", a quien he dado algunos consejos de marketing para que su iniciativa obtenga el éxito y beneficio que merece.

Juan Luis, que me considera un experto en marketing por mis experiencias profesionales, me preguntó el por qué de la caída de su negocio. Le he respondido que "Lo de ser secuestrado por bandoleros en un país como España es poco novedoso, ya que casi todos los españoles nos sentimos cada día "secuestrados" por los políticos, que quizás sean los bandoleros de este siglo, parecidos a los antiguos salteadores de Sierra Morena y otras rutas españolas, pero con un trabajo mucho mas sencillo, ya que en lugar de asaltar al ciudadano para robarle, es el mimo ciudadano el que, voluntariamente, les paga sus impuestos, cada día mas altos e injustos, sin que los migueletes les persigan y les cosan a tiros, como ocurría en el pasado".

Me preguntó también que haría yo para relanzar el negocio, un objetivo que me interesa mucho porque el éxito de los bandoleros repercutiría en mi querido pueblo, donde crearía empleo y riqueza.

Le he dicho que amplíe el publico objetivo de su negocio y que además de dirigirse a las empresas y los touroperadores, se dirija también a los sindicatos y partidos políticos, a los que podría resultarles muy atractivo aprender de los antiguos bandoleros y vivir una jornada de secuestro con sus predecesores y, en cierto modo, "maestros" del pasado.
Imagino una convención de cargos del PSOE o del PP secuestrados por los bandoleros de Villamartín y vislumbro oleadas de placer entre ministros, consejeros, asesores y enchufados de todo tipo, todos ellos con la cartera repleta y con la jornada de secuestro financiada por los impuestos de todos. Aprenderían como la gente, tras ser secuestrada y desvalijada por los imitadores del Tempranillo y de los Siete niños de Écija, termina divirtiéndose, bailando alrededor de un fuego de campamento y comiendo entre risas, toda una jornada inolvidable y una experiencia de altísimo valor para un político español.

No sé si el director de Bandoleros Tours va a seguir mi consejo, pero estoy seguro de dos cosas: que la atracción de los bandoleros es buena y de gran valor como experiencia turística, y también que los partidos políticos españoles disfrutarían y aprenderían mucho si vivieran esa experiencia de secuestro y robo a ciudadanos indefensos.

Algunos quizás se escandalicen de que en esta información se vinculen el bandolerismo y los partidos políticos, pero consideren que en esta España del presente, los grandes partidos políticos, con sus centenares de imputados y miles de miembros bajo sospecha o investigados por los tribunales de justicia, se han convertido en las organizaciones de malhechores mas destacadas y temibles de la nación, solo superadas por ETA, de la que se encuentran ya muy cerca por el número de delitos cometidos.

Y no es una opinión, sino un dato estadístico y científicamente constatado.