Nuestra voz del día procede del latín secundinae, -arum, y se trata de una palabra empleada en medicina, de género femenino, usada siempre en plural...
Las secundinas son la placenta y membranas que envuelven el feto durante el embarazo y quedan en el útero después del parto, pasando posteriormente a la vagina y siendo finalmente expulsadas entre 5 y 30 minutos tras el nacimiento...
Allá en siglo XVII ya aparece una mención al término del día en la traducción al castellano de Didáctica Magna, del checo Comenio:
“…El tránsito de la primera a la segunda y de la segunda a la tercera es angustioso y con dolor; en una y otra hay que abandonar despojos o envolturas (allí las secundinas, aquí el cadáver mismo), como el pollo nace rompiendo el cascarón…”
Más recientemente encontramos la palabra en Ser niño"huacho" en la historia de Chile, cuyo autor es el historiador chileno Gabriel Salazar Vergara (n. en 1936):
“…Debemos confesaros que, hasta el año 1868, observamos “la costumbre de arrojar los cadáveres de los párvulos no bautizados, las secundinas de las parturientas y otras materias semejantes en un pozo abierto”. Pero una denuncia de la Intendencia de Santiago y un severo dictamen posterior nos obligó, a partir de este año a habilitar “un lugar cerca del Cementerio General” para depositar esas materias…"
¡Hasta la próxima voz! ;-)
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