Hoy lo vi. Llegó al consultorio, una señora de 48 años, siento ahogo, me dijo, momentos en los que siento que no respiro, casi hasta el desmayo, tengo medicación para el estado de ánimo, pero esto es otra cosa... hace meses me pasa, por momentos no doy mas. Y No puedo parar... no me lo puedo permitir, me separe hace 2 años, encima lo que debería de haber sido de común acuerdo como fue al principio se volvió una guerra de dos que se querían, tengo que juntar dinero para pagarle al abogado, y además de que no lo tengo, me enoja que tenga que pasar por esto.
La sensación de ahogo es difícil, asfixia de muerte, llanto, encima mi mamá la tuve que internar en un geriátrico, y mi hijo de 20 años está en su adolescencia, y viviendo un año sabático.
A estas horas de la madrugada no puedo dejar de pensar la similitud de los recién nacidos de la guardia de los domingos, una de las causas mas frecuentes de patologías que se ve en prematuros con bajo peso al nacer, o los retardos de crecimiento intraútero, es la dificultad respiratoria al nacer. Respiran normal y a los minutos empiezan con un quejido, abren sus fosas nasales como queriendo atrapar el aire, y los músculos del tórax se hunden haciendo fuerza para respirar. Gracias a Dios mayormente responden bien y uno puede ayudarlos, no siempre es así, algunos se mantiene meses o años con esa dificultad.
Paradojas de similitudes de vivir ¿no? Una señora de 48 años y un bebé de tres kilos y unos minutos de vida, y tanta semejanza de asfixia.
Tampoco pude dejar de pensar en mis momentos de asfixia, quien no los pasa o no los pasó, ahogo que anuda la garganta, que te hace estirar bocanadas como queriendo atrapar el aire o que te comprime el pecho como si te lo estuvieran aplastando y no lo dejaran expandir.
Misterios de vivir cada vez más común. Sed de aire cuando no se puede respirar.