Sinopsis:
Catherine es una hermosa muchacha de origen noble; al menos, eso le han dicho. Lo cierto es que sufre de amnesia y no recuerda nada de sus orígenes. Desesperada por averiguar quién es realmente, cuando se cruza con Lachlan MacDonald un sexto sentido le dice que ese aguerrido escocés posee la llave para desentrañar el misterio de su pasado e, incluso, para llegar a su corazón. Pero, tras perder a su mujer, MacDonald es un hombre torturado, y cuando posa los ojos sobre la bella Catherine cree reconocer en ella a la bruja que lo maldijo para toda la eternidad. Ahora, Catherine corre el riesgo de ser presa de la legendaria ira de MacDonald, que tantas vidas ha segado en el campo de batalla. El duro guerrero escocés es un luchador nato, pero la furia que siente contra la desmemoriada Catherine se va convirtiendo en algo cada vez más distinto y perturbador, y él mismo no sabe cuánto tiempo podrá luchar contra su propio deseo.
Opinión personalEsta novela lleva en mi estantería pendiente desde el 2013. No es la primera que leo de esta autora, que definitivamente tacho de mis futuras lecturas. Quizás por eso se ha pasado tanto tiempo sin leer, porque no me llamaba nada la atención. Creo que con ella cierro las reseñas que he hecho del reto Bookbingo que organiza Anna Casanovas en su blog, me ha venido de perlas. Hay una casilla que es título en una palabra y parece que no, pero es muy difícil, ya que la mayoría de títulos cortos, al menos, llevan algún artículo delantey eso ya no me sirven.Estamos ante la tercera entrega de la serie, está claro que si se han leído los anteriores, todo funcionará mucho mejor, porque estoy bastante convencida de que uno de los personajes que aparecen al principio ha sido la mala-malísima de la serie. Aún así, he podido seguir la trama perfectamente, así que no pudo decir que sea imprescindible.A mí la novela no me ha gustado nada. Ni el argumento, ni los personajes, ni la forma en la que la autora decide concluir todos los temas que lleva entre manos.Unos protagonistas totalmente estereotipados. Por una parte Lachlan, típico brabucón de las tierras altas, macho donde los haya, enfadado con el mundo, pero sobre todo con la protagonista desde la página uno. Y claro esa, ese gallito de corral no tiene otra forma de castigarla que intentar violarla para vengarse de ella por lo que le hizo en el pasado. Que no es poco, no nos vamos a engañar, pero tampoco son formas.Y digo todo esto porque para la autora nada es tan importante como su fabuloso físico, músculos que no para de nombrar y un sex appeal del que parece intentarnos convencer embaraza a toda aquella doncella con tan solo mirarla. Y es que me resultan tan cansinos estos protagonistas masculinos.
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