Por más que nos pese, el de 2014 ha sido el último verano con 'True Blood'. Después de 80 capitulos, el "drama" sobrenatural de la cadena HBO ha llegado a su final. Y aunque la serie pedía a gritos desde hace tiempo terminar, va a ser imposible no echar de menos a Sookie y su tropa con la llegada de las altas temperaturas.
Su primera temporada fue una auténtica revelación (si la memoria no me falla no empecé a ver la serie a ritmo de emisión hasta su tercera temporada) y, curiosamente, la única que tuvo como villano a un ser humano, interpretado por Michael Raymond-James (por aquel entonces no estaba todo lo guapo que se ha dejado ver en 'Once Upon a Time'). En su segunda temporada, lejos de bajar el nivel, la serie decidió dar un paso al frente y volverse más loca que nunca con la llegada de la ménade a la que dio vida Michelle Forbes (para, unos años después, ponerse seria en 'The Killing'). La tercera, en la que la gente empezó a sentir cierto bajón, el malo malísmo (¡y qué malo malísimo!) tuvo la cara de Denis O'Hare, que mostró altas dosis de crueldad y convirtió a su Russell Edgington en uno de los personajes más disfrutables (O'Hare dejó las maldades varias para meterse a juez en 'The Good Wife' y terminar en el universo 'American Horror Story').
Prácticamente a la vez llegó la reina, interpretada por Evan Rachel Wood (que pasó de la erótica del vampirismo al odio absoluto en 'Mildred Pierce'). Y entonces, cuando la serie ya se había vuelto loca y mostrado multitud de seres sobrenaturales, aterrizó en Bon Temps nuestra amiga Antonia Gavilán de Logroño, una bruja con la cara de Fiona Shaw y con la que nos lo pasamos verdaderamente bien. Sus diáologos en español son difíciles de olvidar. Curiosamente, Shaw es la única villana de 'True Blood' que no ha hecho nada destacable tras su paso por el drama de la HBO. Christopher Meloni le tomó (a medias, pues su presencia en la serie se redujo excluvisamente a 5 episodios) el relevo. Fue un villano que respiraba sexualidad por todos los poros de su piel, y su llegada a la serie coincidió con la debacle. La gente ya estaba harta de Bon Tempos y sus locos habitantes y mucho decidieron abandonar el barco. Meloni, por cierto, se dejó ver (de una manera brillante) en 'Veep' y lo intentó con 'Surviving Jack'. En menor medida, aunque sus apariciones en pelota picada (y llena de sangre) no dejaron indiferente a nadie, está Jessica Clark, que dio vida a Lilith, una diosa del mundo del vampirismo que resultó ser el origen (y una loca del coño).
Lilith le cedió el testigo a Bill (Billith), convirtiendo a Stephen Moyer en villano. Una función que compartió con el adorable (y sexy hasta decir basta) Robert Krazinsky, obsesionado con Sookie (¿cuál de los personajes masculinos que ha pasado por Bon Temps no lo ha estado?). Su verdadero rol no se dejó ver hasta el final, cuando la insuperable (y maravillosa) Anna Camp (que en realidad regresó antes) hizo su aparición para quedarse y regalarnos una pelea a taconazos ANTOLÓGICA. La última temporada no ha tenido un villano como tal (al menos uno que no fuera la enfermedad), aunque la yakuza apareció para perseguir a nuestra adorada y querida Sarah Newlin, convertida en pieza clave para salvar a los vampiros.
Besties
'True Blood' se ha ido volviendo más loca con el paso de los años. Pero formaba parte de su encanto y por eso, los que la hemos disfrutado, lo hemos hecho de principio a fin. La historia podía darnos más o menos igual, pero había una colección de personajes a los que no queríamos perderles la pista. Desde Ginger, con una papel pequeño pero increiblemente genial (y que tuvo su recompensa en la temporada final) hasta Pam, revelada como la auténtica reina de Bon Temps, pasando por la fragilidad y amor absoluto que era Jessica. Y, por supuesto, y por si no había quedado claro todavía, Sarah Newlin. Pero no quiero dejar fuera a Sookie, futura tronista de 'Mujeres Y Hombres y Viceversa') y a uno de sus eternos pretendientes, Eric (que siempre que compartía escenas con Pam, lo que ha sido prácticamente el 100% de sus apariciones en la temporada final, nos ha regalado oro). Tara empezó siendo muy TOP, pero fue perdiendo, al contrario que Jason, que era mejor personaje cuanto más tonto y adorable (y más carne enseñaba) era. Arlene y Lafayette también han sido grandes personajes, siempre y cuando los guionistas recordasen que seguían en Bon Temps. Y de Alcide mejor no decir nada porque ha sido un personaje coñazo cuyo único valor estribaba en sus abdominales.'True Blood' dijo adiós con un final facilón, pero repleto de recuerdos y guiños al pasado (la aparición de Adele fue muy emotiva). Sookie tuvo el final que anhelaba, en un tono muy tradicional y algo en contra con el espíritu de la serie. Pero bueno, lo compraremos por igual.
I wanna do bad things with you!