No es tan frecuente de ver como otras garzas autóctonas pero tampoco es una especie rara, se la suele ver en campos ganaderos siguiendo a las vacas, ya que estas al caminar y pastar entre la hierba espantan involuntariamente muchos insectos, anfibios y reptiles, que son el alimento de las garzas.
De todos modos en algunas ocasiones van a lugares húmedos o en bañados y capturan a sus presas por su propia cuenta, aunque siempre en bandadas de más de una decena de individuos.
Estas las fotografié el 28 de diciembre pasado en la ruta provincial 16, camino de tierra que comunica Cañuelas con la localidad de Gobernador Udaondo; estaban a la orilla del camino y por fortuna permanecieron en la cuneta y en el alambrado, suelen volarse ante la presencia humana.