¿Todavía tienes que creer a los críticos para elegir tu vino?
¿Cuál es el propósito de la crítica del vino? En la era de las redes sociales y las reseñas de usuarios, la crítica profesional se resiste. ¿Por qué sigue siendo esencial guiarte en tus elecciones?
¿Cuál es el papel de los críticos de vinos?
¿Es la crítica tal como la hemos conocido, con sus Biblias gruesas y eruditas, su lenguaje intimidante, hoy de otro mundo? Si todas las críticas no son iguales, la crítica del vino no ha perdido nada de su relevancia, sino todo lo contrario: la oferta de vinos es cada vez más extensa cada año, mientras que la compra sigue estando influenciada sobre todo por la zona de confort del comprador, el diseño de la etiqueta y el precio de la botella. El conocimiento real es demasiado raro para algo. Por lo tanto, menos del 5% de los consumidores de vino serían aficionados informados, mientras que el 95% restante literalmente se embarca en una aventura. Un juego de azar, que sí tiene su cuota de sorpresas, buenas o malas y a veces nos impide apreciar la inmensa diversidad del mundo del vino.
¿Por qué privarse de buenos consejos de los críticos?
Cuando lo piensas, la crítica es un poco como Google Maps: te permite encontrar verdaderos tesoros líquidos en una compleja jungla de referencias. Incluso Salvador Dalí, pintor de genio, concluyó con razón «Quién sabe saborear nunca vuelve a beber vino, sino que prueba secretos». El conocimiento puede entonces conducir a la felicidad. Si la naturaleza intrínseca de nuestro universo sensorial requiere que una crítica sea siempre subjetiva, esto no le resta relevancia.
Queda por ver qué es un buen crítico. En resumen, es una especie de maestro del vino Yoda: ferozmente independiente, explorador, de mente abierta, humilde, dotado de una sed infinita de aprendizaje y una extraordinaria experiencia en degustación (no bebe, sino que escupe), todo junto con un conocimiento profundo de la viticultura, la elaboración del vino, la historia del vino, hombres y mujeres que cultivan y vinifican, denominaciones de vino, geografía, geología, calidad de las añadas y mucho más. Sabe descifrar la arquitectura táctil y aromática del vino, su calidad intrínseca, sabe la diferencia entre un vino “de sed” y un vino para conservar, logra proyectar el vino a lo largo del tiempo y qué lugar darle en la jerarquía cualitativa. Sabiendo compartir esto de una manera clara y entretenida.
No hace falta decir que todo esto no se puede aprender improvisando. Y eso es exactamente lo que marca la diferencia entre una simple revisión de usuario y una recomendación profesional. Especialmente porque un verdadero experto es capaz de detectar, en una etapa muy temprana, el potencial futuro de un vino a conservar, especialmente en el caso de los primeurs de Burdeos. Por lo tanto, en lugar de sucumbir a las encantadoras sirenas de las redes sociales, puede ser útil invertir en una buena guía antigua y confiar en los medios especializados, que pueden llevarlo a descubrimientos extraordinarios. Por no hablar de que la digitalización de los contenidos permite una reactividad cada vez mayor, un espectro cada vez más amplio, susceptible de dar a la crítica del vino el lugar que merece ante el gran público.
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