Seguiremos en la lucha

Por Aceituno

Mientras todavía nos queden motivos por los que sonreír, seguiremos en la lucha. Mientras existan aún lugares a los que ir, seguiremos en la lucha. Mientras que estemos juntos, tu ahí y yo aquí, seguiremos en la lucha. Seguiremos en la lucha porque es lo único que sabemos hacer, porque es inevitable y nos parece inadmisible hacer otra cosa, porque lo importante del camino es transitarlo y lo importante del final no es llegar a él sino haber transitado ese camino. Seguiremos en la lucha porque no existe ese final en el que estamos separados, porque aun existe el amor y el mundo sigue girando y girando como si no hubiese un mañana.

Seguiremos en la lucha sin rendirnos jamás, pensando que al fin y al cabo esta es nuestra vida y sea como sea que nos haya tocado vivirla, debemos vivirla con integridad, con un respeto infinito hacia los que están peor que nosotros y con la cabeza bien alta, sintiéndonos libres y siendo conscientes de la suerte que tenemos porque buena o mala, es la nuestra, nuestra suerte, la suerte de nuestra vida, la suerte con la que amanecemos cada mañana y con la que tenemos que convivir cada día. Seguiremos en la lucha porque sí, porque aunque resulte difícil mirar para otro lado, a veces es la mejor de las soluciones, el menos de los males y el más inteligente de los recursos.

De todas formas, seguiremos en la lucha y lo haremos por nuestros seres queridos, por nuestra familia y nuestros amigos, testigos de la tragedia y voluntarios a tiempo completo que son los que más lo sufren porque ellos si que no disponen de las vías de escape que nosotros nos hemos inventado para sobrevivir. Para ellos todo es gris y no son capaces de ver la luz. Al fin y al cabo nosotros dos hemos sabido encontrar resquicios por donde asoma un diminuto rayo que ilumina tenuemente cada hora que pasamos juntos. No es un rayo de esperanza porque la esperanza no es demasiado amiga nuestra, es más bien un ápice de ilusión y valentía al que nos agarramos cuando la cosa se pone realmente fea. De ahí nacen esas increíbles e insólitas ganas de reír y ese sentimiento de que, a pesar de todo, somos felices.

Seguiremos en la lucha porque el mar bravío también tiene su belleza y por suerte sabemos navegar en la tormenta y mantener la nave a flote, estable, consciente del peligro pero atrevida y cabal, segura de sí misma. Como nosotros que seguiremos en la lucha porque nos lo merecemos, porque nos amamos y nos comprendemos, porque queremos estar juntos y, sobre todo, porque bajo ningún concepto queremos vivir un amor triste.