Segunda en el concurso de cartas de desamor

Publicado el 25 septiembre 2013 por Lourdesms
[Esta entrada puedes leerla seleccionando la pista "Desamor- Song to the moon"
en el reproductor de la parte inferior]
 
Hola a tod@s, como algunos sabéis (otros no) en abril me presenté al concurso de "Cartas de desamor" convocado por la escritora Eugenia Rico. 
A judgar por las puntuaciones actualmente ya estancadas, se conoce que he quedado segunda. De todas formas podría no ser definitivo porque se puede seguir votando. Aún así estoy muy contenta.
Aqui os la transcribo:
Realmente no se qué hago escribiendo a las tres de la mañana y escribiendo una carta tal vez dirigida a mi misma porque sé a ciencia cierta que tú nunca la recibirás.
Otra vez vuelve la oscuridad; otra vez vuelvo a escribir sinsentidos. Quizás sea el momento de romper con mi silencio.
Llevo tres horas y media con el corazón loco, o por lo menos me va bastante rápido, siento desasosiego, rabia, tristeza, decepción, un poco de desesperanza. Noto el corazón marchitado, porque hoy me lo han estrujado hasta romperlo.
Hacía más de un año que no lloraba con tanto desconsuelo, he parado de hacerlo hace un momento, pero sólo porque respiro hondo.
Antes solía decir que nadie te quiere más de lo que te quieres tú mismo, por lo tanto, yo misma me basto y me sobro para curarme el corazón, yo mejor que nadie sabe lo que necesito y siento en cada momento, aunque a veces, esas cosas no se sepan superficialmente, pero están ahí.
Cómo decía Shakespeare: “He perdido mi don”. El don, si es que alguna vez lo tuve, ha de estar por algún lado y hoy necesito escribirte esas cosas que ya no puedo explicar ni con palabras; me refiero a lo que siento en este momento y en general, a lo que siento todo el tiempo.
Tengo que escribirte, o por lo menos fingir que te escribo e imaginar que estas líneas llegan a ser recorridas por tus ojos. Sólo me queda fingir e imaginar para poder llegar a fingir ante mi misma algún tipo de sosiego.
Ahora sólo tengo un ala, la otra te la llevaste con todas mis promesas y sólo me dejaste las tuyas, que aún hoy me atormentan y de las que ahora soy esclava y dueña.
Sé de palabras que arden como la leña; sé de fantasías que se funden con ella, también sé de, unos entonces ardientes besos que llegaron a tocar mi alma y que penetraron en mi corazón, que ahora son cenizas. Recuerdo esa melodía tan angelical que se ha convertido, desde que te fuiste, en una siniestra y triste sinfonía que en mí nunca termina de sonar.
Es importante que sepas que de un soplo me has arrebatado la vida, que la llama, ya apagada de nuestro amor, se perdió en la espiral destructiva del tiempo con todos nuestros recuerdos.
El tiempo pasa muy lentamente. Ahora que lo pienso, ese amor que tú me diste no lo merezco y corro por un bosque vacío, mustio y creo enloquecer.
¡No sé sino sentir en soledad! ¡Sólo tengo el dolor como alimento! Sólo te tengo a ti como un recuerdo que jamás en la vida podré alcanzar.
Sólo me queda el consuelo de morir creyendo que has leído y releído esta carta como lo yo lo he hecho. Ahora la quemaré. Será como una vuelta al inicio, a mis orígenes, al renacer de mi vida sin ti.



 No me gusta mucho escribir este tipo de géneros y no se si es una carta de calidad, pero siempre viene bien explorar nuevos ámbitos; aún así, yo sigo prefiriendo el color, la alegría, la luz radiante del sol, de la fantasía y la risa, mucha risa, aunque a Aristóteles le pareciera sinónimo de fealdad, de hombres afeminados y Platón la relacionara con el sufrimiento. En fin, ellos se lo pierden. Por eso he escogido de fondo esta maravillosa pieza de la ópera Rusalka de Dvorak que, aunque aparentemente nostágica, transmite esperanza y parece querer despertar a la luz con lindos cantos de sirena, esos sentimientos preciosos que en su momento fueron encerrados en cajas fuertes y tirados al mar de forma dramática. 
Es lo que tiene el Romanticismo.  
:) 
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