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Segunda sesión del MCIB: una jornada para narrar las obsesiones y los sentimientos universales

Publicado el 18 diciembre 2017 por Cinemaparadiso

Segunda sesión del MCIB: una jornada para narrar las obsesiones y los sentimientos universalesHasta que punto puede un padre condicionar el futuro de sus hijos? Este es el planteamiento de Il cratere de Silvia Luzi y Luca Bellino la película con la que se abría la segunda sesión de la MCIB que narra la obsesión de un padre por convertir a su hija en una estrella de la canción neomelodica napolitana. Sharon una adolescente de 13 años es exhibida desde muy pequeña delante de los clientes del puesto de boletos de sus padres, unos gitanillos que sortean peluches de feria en feria. Pero Rosario el padre quiere mucho más. Para su ópera prima en el largometraje Luzi y Belli han apostado por seguir en el campo del documental. Cámara en mano han logrado crear una atmosfera claustrófobica. Tras un largo casting y cuando todo parecía estar cerrado dieron con un padre y una hija que nunca se habían puesto antes delante de las cámaras los Caroccia colaboradores voluntarios de esta docuficción, un tanto irregular que ha conquistado el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Tokio. 
Segunda sesión del MCIB: una jornada para narrar las obsesiones y los sentimientos universalesLa actriz Lucia Mascino fue la encargada de defender en los Verdi la película de Francesca Comencini Amori che non sanno stare al mondo. Basado en una historia real es un relato muy femenino escrito a 6 manos por tres mujeres, entre las que se encuentra la propia directora Comencini Francesca Manieri y Laura Paolucci. que ha conseguido aprobar con éxito la no siempre fácil empresa de trasladar al cine la propia obra que ha escrito una misma, una reflexión obre el complejo mundo de las relaciones amorosas desde el punto de vista femenino.  La película Amori che non sanno stare al mondocuenta con ironía y perspicacia una historia de amor que no sabe estar en el mundo; la historia de Claudia (Lucia Mascino) y Flavio (Thomas Trabacchi) que se amaron, por mucho tiempo y con gran pasión. Después todo terminó y no fue fácil para ella. Él tiene dentro el furor para seguir adelante y regresar a la tierra; ella no querría olvidar jamás.l modo en que las mujeres afrontan el final de un amor, y un nuevo comienzo.
Lucia Mascino manifestó tener una gran simpatía por Claudia "a la que no juzga y no le gusta cuando la califican de histérica". Lo más facil para ella las partes cómicas, sus obsesiones, sus sindromes. Y se siente muy agradecida por este papel para una actriz mayor de 40, que no son habituales salvo en los roles de sufridoras mamas: un regalo poder interpretarlo.  Una película valiente en la que se muestran contenidos sin filtros no habituales en el cine italiano, como el amor lésbico y en la que los dos personajes Trabucchi y Mascino se desnudan ante la pantalla literal y emocionalmente expresando sentimientos.

Segunda sesión del MCIB: una jornada para narrar las obsesiones y los sentimientos universalesPara cerrar la sesión Alessandro Rak uno de los directores de la película de animación Gatta cenerentola que pudimos ver ya en la X edición del Festival de Cine Italiano de Madrid presentaba esta versión particular de Cenicienta para adultos. Inspirada en la primera versión de la Cinderella de Basile publicada en la recopilación "El cuento de todos los cuentos" mucho más negra que las versiones edulcoradas que nos han llegado hasta la actualidad. Una fábula que no tiene fronteras y que por eso conquista al público internacional.  Los cuatro directores Alessandro Rak, Ivan Cappiello, Marino Guarnieri y Dario Sanson combinando géneros y usando el 3D una técnica que ha democratizado el cine de animación sitúan a nuestra Cenicienta Mia a la sombra de una  terrible madrastra que recuerda a la Jessica de Quien engañó a Roger Rabbit y de sus pérfidas seis hijas. También se encuentran guiños a De Sicca y a Basile. 
El barco, lleno de fantasmas-hologramas de una tecnología y de una historia ya olvidadas, será el escenario de todos los acontecimientos y verá desarrollar una batalla  entre la miseria de las ambiciones del presente y la nobleza de los ideales del pasado, entre la ciudad de la luz y la ciudad de las cenizas. Cualquier puerto ve en la nave el símbolo de apertura a grandes viajes y a un mundo desconocido. Una vez más Napoles vuelve a ser la ciudad elegida y parece ganar por goleada en las ubicaciones de esta sexta edición de la MCIB

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