Segundas oportunidades.

Por Compritaspeques

Mamuky cumple un año -¡hay que ver cómo pasa el tiempo!- y lo celebra regalando los envíos hasta final de mes, es decir, hasta mañana.

Semejante oportunidad no la iba yo a dejar escapar y hace unas semanas decidí darme una vueltecita por la tienda para ver si había alguna cosa interesante en la que ahorrarme el coste del envío y es que una, con tal de ahorrar, es capaz de cualquier cosa.

Y sí había cosas interesantes, sí. Unos pijamas divinos de la muerte en muchos colores y, lo que es más importante, en muchas tallas. Pensé que eran los pijamas perfectos para recibir, como se merece, a mi amiga la mala-malísima pero, de pronto, me dio un arranque de sensatez y decidí que mis hijos tenían pijamas más que suficientes y que no están los tiempos para dispendios innecesarios.

Al tiempo, había una venta de Patricia Mendiluce con unas americanas de pana óptimas para mi hija. Había talla para ella, la 12, y diversidad de colores: marrón, verde, burdeos y azul. Aquí vino el problema, tardé tanto en decidirme por un color -no iba a comprar  una de cada- que para cuando tomé la decisión la venta ya había terminado. Si me veis con una ligera alopecia es porque todavía me estoy tirando de los pelos.

De las americanas pasé a las manoletinas de la firma Bisue de las que, desde que compro en Internet, soy una fiel usuaria. También se me escaparon pero por una razón que me cuesta reconocer: mi egoísmo. En cuanto vi los zapatos me olvidé de que tengo una hija -que “necesita” unos zapatos marrón chocolate- y empecé a darle vueltas a las que lucirían mejor en mis “ajuanetados” pies. Nuevamente, para cuanto quise darme cuenta de que necesito desesperadamente unos zapatos print-animal, la venta había caducado y no es que la venta fuera breve -unos seis días- es que servidora es lenta de reflejos. En fin… madre y niña descalzas por la vida.

Sin americana y sin zapatos empecé hace unos días a sopesar la idea de que ya va siento hora de afrontar la ardua tarea del cambio de armarios. Así que poco a poco y sin agobios, que la prisas no son buenas,  he comenzado a guardar algunas cosas y sacar otras. Y he empezado, mis hijos ateridos de frío así me lo han pedido, por los pijamas.

La situación es la siguiente:

1. A la niña no le sirven los suyos. Le he probado los de su hermano, el mediano, y le sirven de cintura pero el largo es una media exacta entre bermudas y piratas. Está un poco ridícula, la pobre.

2. El mediano directamente está “despijamado”. No hay nada que hacer. Imposible utilizar ninguno de los que le compré el año pasado.

3. El Mindu alarga pero no ensancha. Le cabe cualquiera de sus pijamas del año pasado pero por arriba enseñamos el ombligo y por abajo media pantorrilla. A mí, que soy su madre, me parece que está muy gracioso pero el no comparte esa percepción. Le he propuesto heredar los pijamas de su hermana pero parece ser que llevar pijamas de florecitas rosas daña su virilidad. He probado a ponerle los de su hermano pero me parece a mí que los tirantes no le van a resultar muy cómodos para dormir.

Pues sí, andaba yo enfrascada en estos problemas domésticos -que no por ser domésticos dejan de ser problemas- cuando he descubierto o, mejor dicho, redescubierto que en MAMUKY han vuelto a lanzar la campaña de pijamas que tanto me había gustado. Y me he puesto las botas: dos para la niña, dos para el mediano y uno para el Mindu porque, quiera o no quiera, le va a tocar heredar alguno.

Os enseño los míos pero hay un montón más. La verdad es que, si necesitáis pijamas, éstos son ideales. Bueno, a mí me lo parecen.

Además de “mis pijamas”, estos días hay campañas de Ñaco, Pelusilla, hay unas alfombras que me han gustado muchísimo, libros, un montón de juguetes para ir preparando ya sabéis qué…, ropa de cama, puericultura y más…

Os dejo el enlace y ya me contaréis si os ha gustado.

MAMUKY

Hasta mañana.

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