SEGUNDO CAMINO DE SANTIAGO
Dice la bruja gringa que no, que mirando mi pupila se ve que por entero no lo amo. Que he de dejar reminiscencias, recuerdos y vivencias de mi pasado. Y avanzar, avanzar, avanzar…
Estamos en tierra de meigas y con una de ellas hemos tropezado. Que se ve, que se ve que el siente por entero y que de verdad desprende que es hombre enamorado.
Estamos tomando un vino. La bruja se me acerca y me planta un beso. Dice:- ¡fíjate en eso! Y lo señala. A lo que yo más quiero. -Se ve que ese hombre siente amor. Dice convencida. Y repite que yo no me entrego por entera. Véase en mi persona en cuanto a amor, mujer austera. Y no es ella la primera, que ya lo predijo un alemán:- ama más que la «woman», el «man». Viene a ser curioso que se vaticine amor sobrante de hombre y falte entrega en mi nombre. Por allá por donde vamos se dirigen a nosotros:- abra cadabra pata de cabra, que no se aman solo de palabra. Se hizo en nosotros un conjuro malévolo por bruja principiante:-¡ Matemos su amor en adelante! Mas cayó pelo de gato en pócima asquerosa y salió entre el humo un pétalo de rosa.- Estropeado el conjuro, un buen futuro os auguro. Dijo la meiga, mientras me susurra:- entrégale tus labios de fresa, que él es tu príncipe y tú…eres su princesa.
¿Que sabrá esta bruja lo que hay en mi cabeza?
Me divierte. Me divierte y me apena. Nadie sabe el amor que siente Elena. Nadie excepto yo. Aunque la bruja no erre por entero, nadie sabe que yo lo miro y lo miro y lo quiero y deseo por entero. Lo sabemos los dos, que somos Yo y Dios. Y algún día lo sabrá un tercero. El que me abraza, me besa, acaricia y me hace sentir Alicia, Alicia en el país de las maravillas, pues a su lado me olvido del mundo, por un instante, por un segundo. Le regalo mi sueño, mi sueño profundo, por envolverme con sus brazos. Bruja mala moviendo cazos. Le falta un diente. A modo de paisana cocía pulpo en pulpería. Estamos en Melide, no se nos olvide. Le hicimos fotografía. Tenemos el retrato de la meiga que jodió su cometido con un pelo de gato.
Camino francés, nos duelen los pies. Hablo en presente y recuerdo cuanto se siente. Porque tú…caminas a mi lado¡ Avante, avante! Adelante en modo marinero. Siento que te quiero. Conviertes el bastón en espadachín y a modo de Quijote luchas contra el enemigo y entre lucha y lucha, ves que tengo frío. Me miras, dejas la batalla, te acercas y me arropas con tu abrigo. Me dices:-¿Ves aquellas casas?Hemos llegado cariño. Me jaces un guiño y nos reciben encantados.» A casa verde» hemos llegado para rotular en la pared que tras cien días, no nos hemos dejado de querer.
¿Quien será nuestro próximo profeta? Quizá otra bruja danzando saeta, o quizá esté en el cielo. Venus será el profeta. En el nombre del padre y del hijo…Venus es la madre y verá en su hijo a Romeo y en mí, a Julieta compartiendo así nombre dos mujeres de este hombre.